Capitulo 61

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POV CRISTIAN

-doctor, la paciente ya está lista. Solo falta que ingrese al pabellón y opere- dice mi asistente. La miro por unos segundos y luego asiento.

-después tenemos al paciente que tiene una aneurisma. Hay que operarlo lo antes posible, si eso llega a reventarse el paciente muere- digo mientras lavo mis manos para luego colocar los guantes.

-doctor, ese paciente se agravo hace unas horas. El aneurisma aún no se ha reventado pero el corazón del paciente está fallando y los familiares no dieron la autorización para la operación- dice mientras me ayuda a colocar los guantes.

-¿Por qué hacen eso? Ese paciente debe de ser operado- gruño. Me enoja cuando las cosas que tengo presupuestadas no ocurren en ese orden.

-a veces los familiares quieren lo mejor para su paciente y verlo entrar y salir de pabellón, no es muy bueno que digamos. Ellos quieren que su paciente, lo que le queda de vida, estén tranquilo. Además el doctor Menares reviso esta tarde al paciente y les dijo que no había nada más que hacer. El cardiólogo también dio su evaluación diciendo que estaba fuera de alcance quirúrgico. El aneurisma, en este momento, es lo menos importante- dice. Cierro los ojos y cuentas hasta 100. No puedo creer que sea el último en enterarme de esto.

-de acuerdo. Vamos a operar. Luego tengo que hablar con Menares. Si van a sacar una de mis operaciones sin avisarme, es lo peor que me puede hacer. No hubiera gastado tantas horas leyendo la ficha de un paciente que no era viable, hubiera trabajado en otro caso- digo de malas.

-doctor, ¿Podemos comenzar?- dice la mujer y la fulmino con la mirada. Nadie me habla de esa manera.

-yo elijo a qué hora comienzo la operación- ella abre los ojos cuando escucha mi voz dura.

-solo lo digo porque en este momento, el ritmo cardiaco está muy bien y está en el sueño profundo- dice. Cierro los ojos y de mala manera acepto lo que me dice.

-empecemos- digo. Me concentro en no tocar alguna venita que me pueda causar algún problema. Mi misión es salvar vidas, no quitarlas. Con cuidado comienzo a cortar parte del tejido y entro a la columna. Esta paciente tiene tumores en la columna y necesita con urgencia sacar aunque sea uno. Están comprimiendo el espacio que existen entre las vértebras y esta con un horrible dolor.

Desde de dos largas horas pude quitar tres de los tumores más grande y dos pequeños. Los demás no están a mi alcance y eso significa que no se pueden quitar con la cirugía. Hablo con anatomía patológica y pido que le hagan una biopsia a uno de los tumores. Si son tumores malignos no hay nada que podamos hacer pero si son solo masa, podemos atacarlo con medicamentos.

Salgo de pabellón en busca de Menares. Lo encuentro en la sala de urgencia hablando con unas personas. No está de muy buen ánimo.

-ustedes no nos dijeron que ese paciente sufre de alucinaciones. Acaba de golpear a una de mis trabajadores. Está en otra sala recibiendo puntos, porque si no lo saben, le ha roto parte de la ceja y frente. Ustedes están cometiendo un delito al ocultar esa información- dice Menares muy enojado.

-él no está loco. Siempre ha tenido esas respuestas raras. Siempre está hablando solo y peleando con alguien más. Es un paciente como los demás- dice la mujer que esta con los ojos cristalizados.

-no es un paciente como los demás. Él está teniendo una crisis psicótica. Si no recibe el tratamiento adecuado puede incluso llegar hasta matarlas. ¿Eso es lo que quieren? ¿Que sea declarado un peligro para la sociedad y lo dejen un cárcel para gente peligrosa? ustedes han vivido con él durante años, por lo tanto deben de haberse dado cuenta de esto. Si mi trabajadora quiere poner un denuncia, que lo haga, yo no la detendré- dice enojado. La señora abre los ojos asombrada. No se esperaba esa declaración.

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora