Capitulo 6

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POV ANASTASIA

10 días antes

-Ana este bebé está listo para que la doctora más bella lo examine- dice Martin. Él es enfermero del servicio de neonatología, algo poco usual. Por lo general son mujeres pero el demostró que tenía las cualidades necesarias. Adora a los bebés y hace todo lo que está en sus manos para que su estadía en el hospital sea lo más pasable.

-no digas eso. Hay muchas doctoras más bellas que yo en este mundo. ¿No lo crees pequeño?- le pregunto a Lucían. Ha estado muy activo y su abdomen ha bajado notoriamente.

-los cuidados que usted ha tenido con él, han logrado que su recuperación sea as rápido- dice.

Lucían se encuentra solo con un pañal y es la cosa más tierna que he visto en años. La mayoría de las veces se restriega los ojos y sus pequeñas manos vuelan por todos los lados y sus pequeños pies también. Ha mejorado mucho y como dice Martin en muy poco tiempo.

-cuando un bebé quiere vivir, lo hará. No importa las circunstancias en que este. Simplemente lo hará- digo mientras escucho los latidos de su corazón. En ese instante un retorcijón me deja pálida delante de Martin y él se da cuenta.

-¿Qué ocurre? ¿Te encuentras bien?- me dice.

-no. Necesito un baño. Vuelvo en unos minutos- digo pero él me detiene.

-necesitara esto- me entrega un rollito de confort, le agradezco con una sonrisa y busco el baño más cercano.

20 minutos después vuelvo con ellos. No me siento bien pero igual termino de atender a Lucían y unos cuantos pacientes más. En la tarde cuando por fin termina una larga jornada laboral, busco en mi locker mis cosas para irme a casa. Cuando lo abro una nota cae al piso, la leo.

"No confíes ni en tu propia sombra. Las sombras grises se están asechando. Los dolores de barriga no serán nada"

Frunzo el ceño. ¿Sombras grises? ¿Dolor de barriga? ¿Será? Suspiro pesadamente. Tiene que ser él. Maldito Cristian Grey. ¿Hasta cuándo me seguirá molestando?

8 días antes

Mis dolores de barriga siguen y lo peor es que no puedo tolerar nada de comida. Solo aguas calientes de menta. Lo demás lo devuelvo todo. Me hice exámenes y lo único que mostraron es que no tengo nada, salgo que estoy deshidratada y baja en peso. ¿Cómo no voy a estar baja en peso, si lo único que hago es ir al baño y vomitar?

-doctora Stelle acaba de llegar un pequeño. No se ve bien y fue trasladado del hospital de Portland- dice Martin. El hablo con el doctor Menares para que lo dejara conmigo, ya que según él, ha aprendido más conmigo que con nadie.

-vamos- le digo. El me entrega un vaso de café. Frunzo el ceño.

-es agua de menta- dice como leyendo mi pregunta no formulada.

Llegamos al box donde se encuentra el pequeño. Hay dos personas más con él, que supongo serán sus padres.

-buenas tardes soy la doctora Stelle y estaré a cargo del caso del pequeño- les digo.

-muchos gusto, somos los señores Velozo y es el nuestro hijo, Ángel- dice la mujer.

-¿Por qué viene Ángel, Martin?-

-viene porque esta inapetente, sus movimientos corporales estaban bien pero de un día para otro fueron disminuyendo. Algunos días, casi no se movía hasta que el día antes de llevarlo al hospital, tuvo convulsiones- dice frunzo el ceño.

-¿cuantas convulsiones tuvo?- le pregunto.

-hasta la fecha 6. Cada una más larga de la anterior- dice Martin.

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora