POV CRISTIAN
-mamá, por favor, quédate con Lu. Ana acaba de entrar en trabajo de parto y no tengo ni idea de que es lo que debo hacer. Debo avisarle a Mía para que se quede con Lu, para que vengas a ver al bebé. Hablare también con papá para ver si se puede quedar con él si Mía no puede- digo todo tan rápido que estoy quedando si aire.
-Cristian, hijo, cálmate. El parto por lo general se demora. Así que tranquilo. Estoy saliendo en busca de Lu. ¿Dónde quieres que lo pase a buscar?-
-aquí a la casa. Te estaremos esperando y cuando llegues partiremos al hospital. Ana me ha dicho que solo ha sentido contracciones leves y que tienen una distancia de cada 30 minutos. ¿Me puedes creer que decidió ir a ducharse antes de ir al hospital?- digo asombrado.
-eso es normal, cariño. Las mujeres nos sentimos incomoda cuando eso pasa. Espera un momento, ¿La dejaste sola en el baño? Cristian, eso es una estupidez- dice mi madre enojada.
-mamá, la tengo bajo observación. Estoy sentado con Lu en el asiento que hay en baño mientras la observo. Y por lo que puedo ver, está casi terminando- sonrió cuando Ana coloca sus ojos en blanco y se termina de enjuagar.
-más te vale hijo. Tu padre ya entro en la carretera y esperamos estar llegando en unos 10 minutos, si el transito lo permite. Cuando llegue te llamo- dice emocionada.
-de acuerdo. Estaré al pendiente- digo y corto. Ana se envuelve con cuidado con una toalla y con cuidado sale de la ducha. Dios, tendré muchos problemas para mantenerme alejado de ella. Con ese cuerpo... No quiero seguir pensando. Con el embarazo lo único que cambio fue su barriga, porque lo demás se mantuvo igual. Bueno, sus senos estaban más grandes y más sensibles.
Veo como se coloca un vestido suelto que le llega un poco más arriba de la rodilla. Lleva unas bragas de encaje blanco y un sostén a juego. Se ha tomado el pelo en un moño alto, se ve tan linda. No me he querido acerca mucho a ella, solo la observo.
-deja de mirarme tanto. Me poner nerviosa- dice sonriendo.
-es que te ves linda. ¿Necesitas que saque algo del closet?- pregunto. Lu está más tranquilo. Cambie su pañal en cosas de segundos, se me hace tan fácil cambiar pañales.
-si. Hay que preparar la maleta. Tenía la mitad ordenada pero me falta mi ropa. No esperaba que el parto fuera hoy- dice mientras saca una camisola de seda, color lila pálida, unas pantuflas cómodas. Saca dos toallas grandes y algo de ropa interior. Deja todo en la cama y saca una maleta cuadrada pequeña. Coloca todo cuidadosamente y la cierra. Termina y hace una mueca. Frunzo el ceño y ella se ríe.
-es solo una contracción- en eso suena mi teléfono y el timbre de la casa. Mis padres han llegado.
-¿Puedo dejarte sola?- veo que se ríe y luego niega con la cabeza.
-adelante- dice. No digo nada. Busco la pañalera de Lu, donde está todo lo que necesita y llego hasta la sala para poder abrir a mis padres.
Mi madre al entrar, lo primero que hace es quitarme a mi hijo y besarlo como 20 veces. Mi hijo se ríe.
-no... no...- dice en medio de su ataque de risa.
-este hombrecito cada vez está más pesado y más grande. ¿Qué número de ropa está ocupando?- dice mi madre.
-esas cosas te lo dijo Ana hace unos días. Tiene 12 meses pero está ocupando ropa de 18 meses. Va a hacer un niño grande- digo con orgullo.
-bien. ¿Dónde está la futura madre?- dice padre. Ana viene tranquilamente y llega donde mis padres y los saluda.
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Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
De TodoUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...