Itachi se arrepiente

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¿Has querido regresar al tiempo y detenerte antes de hacer un estupidez?
Itachi lo quiso desde que notó los ojitos de gato mimado que puso su hermano al verlo.

Su nombré es Naruto... proviene de la familia Namikaze y tiene 22 años.
Son socios luego de varios proyectos de la empresa, Fugaku está orgulloso de su hijo porque siempre sabe con quién hacer compañerismo.

Pero esta vez, cree que ha hecho algo malo. Muy malo.

Su hermanito, diecisiete años. Un adolescente educado y particularmente atractivo. Odia las amistades y socializar (si no es estrictamente necesario). Esa tarde de vacaciones, estaba encerrado en su habitación, con sus audífonos puestos, su pijama y tirado en su cama leyendo a Nietzche para luego criticarlo.

-¡Hijo! ¡Baja a comer! -le avisa su madre y él, omitiendo su mal genio, baja descalzo y despeinado. Con la vista en su libro, se deja caer en la silla.

Hay silencio.

Su madre por fin toma asiento y Sasuke levanta el rostro.

Una luz propia lo ilumina, sus zafiros azules le recuerdan ese océano al que anhela navegar, su piel trigueña le encanta y la repasa visualmente, se detiene en esa sonrisa salvaje y libre.

-Ahm... hijo.
-... Ah, cierto. -carraspea. -Sasuke, quiero presentarte a un colega. Namikaze Naruto.
-Hola, ttebayo.
Y Sasuke escucha esa voz una y otra vez en su cabeza.
-... Sasuke. -Fugaku se preocupa. Itachi sigue comiendo.
-Hijo, es de mala educación quedarse viendo a las personas así.
-¡Oh! ¡No importa, tteba...! -él también sigue comiendo pero mira de vez en cuando al niño y le sonríe amistoso.

-¡Sasuke! -su madre pierde los estribos cuando todos están por terminar su plato.
-¿Tienes novia? -pregunta en seguida y su padre tose luego de que se le cierra la garganta. El rubio parpadea confundido pero evita los regaños hacia el chico.
-No, ahora no... no salgo con nadie.
-Itachi tampoco es tu novio ¿verdad? -ahora es su hermano quien casi se ahoga en medio de si trago. Todos miran con molestia al menor. Naruto, sin embargo, se ríe divertido sin mostrarse ofendido.
-No. Somos compañeros de proyecto solamente.
Y Sasuke sonríe ilusionado.

Por eso se arrepiente. Porque a pesar de que sus padres sólo ven los errores de su hijo, él atrapa el guiño que hace el rubio, la sonrisa ladina.
La comunicación con miradas.

-Me hubieran dicho que él vendría. -se queja mientras come al notar que está en pijama. -No estoy presentable.
-Me gusta tu pijama. -y Sasuke, sorprendentemente, se sonroja. -es muy linda... ¿los botones son de verdad o es simple adorno?
-Son de verdad... -sus manos tiemblan e Itachi mira a sus padres. Ninguno parece darse cuenta. -pero me queda floja, si levanto las manos sale fácilmente.
Naruto contesta con un pujido, mientras agacha la cabeza muerde el labio en medio de una sonrisa ladina.

Itachi se arrepiente... y no quiere levantarse a tomar el postre. Lo tiene que hacer, se levanta y casi corre.
Regresa y Naruto toma su porción de fruta y yogur.
Yogur natural.

Itachi sabe que sucederá. Lo intuye cuando ve a Sasuke lamer la cuchara lentamente. 
Naruto se remoja los labios con su lengua y aunque come y añade un halago al sazón de la señora Uchiha, no le quita los ojos de encima al menor. Lo ve engullir la fruta y dejar que el yogur resbale por la comisura de sus labios por unos rápidos segundos.
Naruto gruñe gravemente.

Itachi cierra los ojos arrepentido. A veces se preguntaba si su hermanito se enamoraría alguna vez, ahora sabe la respuesta.

Sasuke se ofrece a recoger los platos y se inclina a lado del rubio. Este le mira con rostro serio mientras contesta a las dudas de Fugaku.
Pero Itachi sabe que su colega no perdió detalle de la retaguardia de su hermanito. Lo odia.
No puede odiarlo... porque su hermano ya lo eligió.
Y prometió ser su amigo cuando el gran día llegase.

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