Querido diario

2.4K 411 121
                                    


Querido diario:

Hoy ha llegado de nuevo a molestarme, es un niño ridículo que parece que no conoce el cepillo, siempre tiene el cabello a merced del viento del jardín. Mi madre me ha pedido que sea bueno con él y que comparta mis juguetes. ¡No soy un niño! Y no son juguetes, son figuras de acción.

Querido diario:

Se llama Naruto. Me ha pegado en la cara hasta que le dije su nombre. Es bueno en eso, en pegar. Jamás en mi corta vida me había peleado con alguien, fue divertido estamparle mi puño en su cara pero aun me duele mi encía. Cuando mamá llegó, ninguno de los dos dijimos nada al respecto; me pareció extraño que al mirarnos, nos pusiéramos de acuerdo. Entendí su intención y le expliqué a mamá que estábamos jugando en el lodo. Sólo recibimos una reprimenda por la ropa sucia.

Es bueno. Es realmente bueno.

Querido diario:

Itachi juega con él y lo detesto. Le he dicho que se largue a su casa. Me ha dicho mi hermano que Naruto ya no tiene casa; eso explica por qué ahora duerme en mi habitación y usa mi ropa de vez en cuando.

Querido diario:

Estaba llorando. Sus manos sostenían una foto doblada y algo dañada de tanto tocarla; pero en cuanto me vio, frunció el seño como lo hace cuando finge estar enojado, se ha limpiado la nariz y se quejó de mi silencio. Le he dicho que soy sigiloso porque mi animal favorito es la pantera y ellas son sigilosas. Me ha preguntado si él puede ser un animal también. Lo sabía, es bastante tonto, apenas le dije que sí, la sonrisa le iluminó la cara y salió del cuarto a buscar en mis libros algún animal que pudiera imitar. Ya no lloró.

Itachi me dijo que sus papás se han ido al cielo. Me lo dice con tanto miedo a que yo reaccione mal, ya tengo diez años, ya no soy un pequeño, sé lo que es la muerte. Sé lo que es la soledad. Naruto la siente todas las noches, así que hoy juntaré su cama con la mía.

Querido diario:

Papá me ha reprendido porque le dije a Naruto que no tocara mis cosas otra vez. Naruto se ha metido entre él y yo y le ha gritado a papá, menudo tonto. Papá quiso regañarlo pero mamá se lo ha impedido.

Él me dice que no debo dejarme de nadie. Le he dicho que es mi padre y que él dicta mi vida. No lo entiende. Para él, todo es libertad. La vida le va resultar difícil.

Tendré que estar con él siempre.

Querido diario:

Le gusta Sakura. Se llama así la niña molesta de la que a veces hablaba en las páginas antes de conocerlo. Ella me dice a mí que si yo la quiero, le dice que no a él. Le he jalado del brazo y le he amenazado, porque si ella llega a terminar con Naruto, me voy a enojar mucho.

Naruto me ha pedido mis colores y mis hojas, quiere hacerle un regalo algo cursi. Le he dicho que mis cosas son sus cosas desde hace ya mucho tiempo.

Pero que no toque mis figuras de acción.

Querido diario:

Sakura está enferma y ha contagiado a Naruto. Ella siempre está sentada arrancando flores o dibujando y coloreando en los recesos. Pero ahora, Naruto también lo hace. Hace mucho que no leía un libro en el salón, pero como no hay con quien jugar en las cuevas de plástico del jardín de juegos, no tuve de otra. Me aburrí.

Extraño a Naruto.

Siempre tiene la mano sudada porque no deja de sostener la mano de Sakura.

Historias cortas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora