Se trata de sobrevivir IV

2.7K 357 124
                                    


¿Qué si lo iba a ser feliz? ¿A cambio de protección? Sonaba medio lógico todo aquello, aun más si pensaba en la posición en que se encontraba. Estar de rodillas frente a él, casi, casi entre sus piernas, con el rostro cerca de esa parte que buscaba atención especial, era como una metáfora de lo que estaba viviendo en general.

Pero Sasuke Uchiha era Sasuke Uchiha.

Sonrió con fingida dulzura, arrastró sus rodillas para acercarse más.

-¿Te gustaría que lo hiciera?

-Sí.

-¿Todo completo de una vez o poco a poco? –sus manos se fueron a las piernas del rubio que se relamía los labios mientras lo veía acercarse más.

-Pues... tú ve haciéndolo y yo te dirijo.

-Me temo que será imposible para ti decirme algo... -se elevó con sensualidad hasta quedar a la altura del pecho contrario.

-¿Ah, sí? ¿Por qué?

-Por esto... -el puñetazo en el rostro lo hizo sonreír. El tan afamado Kyubi cayó de bruces contra el colchón mientras se masajeaba la nariz ya sangrante. –Impúdico marica, ¿te crees que voy a caer en estas cosas? –le dijo orgulloso ya de pie, mientras posaba una de sus manos en la cintura.

-Hijo de perra...

-No ofendas a mi madre, imbécil. –estaba bastante orgulloso de ver ese rostro enrojecido y la nariz chorreante de sangre.

-¡Estoy harto! –se puso de pie de un brinco y se fue contra él. Sasuke sintió el empujón y chocó contra la puerta del sanitario. Esquivó el puñetazo que iba directo a su mejilla, sintió el rodillazo en su estómago. Luego recibió el otro puñetazo en el mentón, cayó al suelo y con su pierna tumbó al rubio y se encimó para darle en el rostro con ambos puños.

Tres logró ponerle encima antes de sentir el giró quedando bajo él y sintiendo cómo sostenía sus manos antes de sentir el golpe en su ojo izquierdo, quedando igual de dañado que el que le dejó segundos antes.

-¡¿Qué te parece esto?! –se burló antes de verlo torcerse. –No puedes escapar de mí. –le dijo al ver que no lograba girarlo de nuevo.

-¡Suéltame!

-Nah. –sonreía orgullos mientras mantenía las manos del moreno a cada lado de su cabeza. Acercó su rostro y pegó su nariz a la contraria. –Esto será visible por días.

-Como si no fuera típico que un reo tenga moretones.

-¿Y esto es típico también? –le dijo riendo antes de que sus dientes mordieran su cuello con fuerza. Sasuke jadeó de sorpresa, luego presionó los dientes mientras sentía el pinchazo de dolor. Se le hizo eterno aquel encaje de colmillos, luego comenzó a moverse cuando notó que no se detendría en eso.

El Kyubi absorbía la piel herida, lamiendo y volviendo a morder, haciendo sonidos impúdicos para el gusto del moreno que no lograba zafarse del agarre de esas fuertes manos.

-Infeliz... -pronunció ofuscado una vez dejó en paz su cuello.

El Kyubi sacó otra risotada alegre, llena de diversión, sin rastro algo de maldad o sadismo. Soltó una de sus manos y se limpió aquel hilillo de saliva que había quedado por el anterior acto. Solo así, Sasuke le pudo dar un puñetazo y tirarlo fuera, para poder recuperarse.

Con una mano en su cuello caliente y adolorido, le miró con odio mientras se intentaba poner en pie. El rubio se masajeó la nariz, la cual otra vez estaba sangrando, por lo que no tuvo tiempo de defenderse de la patada en la cabeza que recibió, se golpeó contra una de las puertas de su pequeña alacena pero parecía ser inmune o de mucho aguante. Detuvo del tobillo a su contrincante y lo jaló hasta hacerlo quedar en su regazo.

Historias cortas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora