Capitulo 11

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No sé exactamente por cuantos minutos me quede muda, con mis ojos totalmente asombrados de estar viendo a esa persona que había anhelado conocer hace meses. Él era perfecto, mucho más guapo de lo que mostraban las fotos que me había enviado. Mis ojos estaban llenos de emoción y creo que de lágrimas, lo que más había deseado en todo este tiempo era que esto ocurriera, y finalmente esto estaba pasando. Yo estaba aquí en Corea y Yesung estaba parado frente a mí.

— (TN) ____ ¿te encuentras bien?—Yesung inclino su cabeza mirándome de costado dudando si algo andaba mal conmigo— (TN) _____...

— Estoy... estoy bien...—hable con dificultad, el seguía extendiendo su mano—

— Espere mucho por esto ¿sabes?

— Yesung...—pronuncie su nombre nuevamente mirando su mano y luego sus ojos, me acerque a él, pero lo que yo quería no era un apretón de manos, quería más de él, lo quería todo, pero eso era algo que debía hablarse más detenidamente, en este momento lo que más quería era abrazarlo y sentir que él era real y no un producto de mi imaginación.

— Yesung...—pronuncie su nombre por tercera vez y me lance a sus brazos—

Él se quedó impactado ante lo que yo acababa de hacer, pero luego se hecho a reír y correspondió a mi abrazo y acaricio mi espalda. Él era real, podía sentirlo con mis manos, inhale su perfume tan varonil que tenía, su voz era muy masculina y la más hermosa que pudiera haber escuchado. Su cuerpo parecía ser fuerte, de por si era alto, más alto que yo.

— Finalmente estas aquí...—susurro a en mi espalda—

Luego caí en la cuenta de que lo que estaba haciendo era muy inapropiado así que lentamente me separe de él.

— ¿Co... como sabias que... que yo llegaría...?—todavía estaba tartamudeando—

— Bueno... pues lo leí en tu estado de WhatsApp...

— Claro... lo entiendo...—volví a mirarlo con mi ojos muy emocionados—realmente eres tú...

— Si exactamente yo...—tomo mi valija y paso su brazo por mi hombro abrazándome—¡vamos! tengo mi auto en el estacionamiento...—camine casi a rastras ya que el caminaba más veloz que yo—

— ¿En tu auto? ¿Estás seguro?

— Claro te llevare a tu hotel...

— Ok...—sonreí al ver cómo íbamos los dos caminando y el abrazándome—

Fuimos hasta el estacionamiento hasta donde había dejado su auto. Cargo mi valija en el baúl y me abrió la puerta del copiloto.

— ¡Espera!—dije antes de entrar a su auto—quiero una foto de los dos aquí...

— Como quieras...—nos pusimos delante de su auto, el volvió a abrasarme y tomo la cámara de fotos y disparo el flash—

— Gracias...—tome la cámara para ver como había salido—

— Saliste linda como siempre...—dijo mirando la foto—

— Tu siempre tan bromista...—reí empujándolo y recordando las bromas que siempre solíamos hacer—sonríe—mientras el reía le tome una foto sorprendiéndolo—

— ¡Oye! ahora veras—me arrebato la cámara de mis manos y comenzó a disparar varios flash de todos mis perfiles—

— ¡No! para...—el continuo con lo que hacía hasta que yo sostuve la cámara y los dos nos miramos como dos tontos y reímos—

Luego se vino a mi cabeza un recuerdo ¿por qué estaba triste hasta hace unos días? ¿Por qué él me había ignorado? necesitaba saberlo.

— ¿Por qué?—pregunte seria, al oírme cambio su expresión—

Una vez nos amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora