Capitulo 30

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— Jiyeon...—ella volteo a verme esperando que hablara—tengo algo que decirte...

— ¿Qué es?—se sentó en la cama mirándome con gesto de sospecha, guarde silencio por unos minutos sin saber cómo soltar todo aquello—habla ya Yesung ¿Qué pasa?—se acercó para besarme, corrí mi rostro, ella me miro extrañada—

— ¿No vas a preguntare porque no fui a la Isla Jeju?—formule aquella pregunta sabiendo que ella estaba ignorando aquel echo—

— Tenias trabajo que hacer...—sonrió como si eso no hubiera sido tan grave—no estoy enfadada Yesung...

— Hubo muchos cambios Jiyeon... yo... yo no me siento muy...

— ¡Rayos! Olvide algo...—se levantó de repente llevando su mano a su cabeza—tengo muchas que hacer...

— ¿Qué? ¿Ahora?—levante mis cejas sorprendido—

— Si son cosas del trabajo y también de la boda...—tomo su bolso con rapidez de donde lo había dejado—

— Jiyeon no he terminado...—me levante de la cama para evitar que se fuera—hay algo que tenemos que hablar...

— ¿El catering de la boda? Hablaremos después de eso, olvide que deje muchas cosas pendientes antes del compromiso... hablamos después ¿sí?—me dio un beso en mi mejilla apurada y salió casi corriendo—

— Idiota... ¡soy un idiota!—me tire sobre la cama maldiciéndome, ahora tendría que esperar—

(TN) ______

Dormí como hace mucho no lo hacía, me sentía feliz y contenta... Yesung me amaba y eso era más que un motivo para ser completamente feliz, me levante de la cama buscando algo de ropa para vestirme, opte por un jeans gastado que tanto me gustaba y una remera suelta que iba a juego. Baje hasta el restaurante del hotel para almorzar con Yoona.

— Tengo que llamar a Hangeng para hablar con él y decirle mi decisión...

— ¿Aun no lo hiciste? Llámalo (TN) _____...

— Mi celular quedo arruinado ¿recuerda? Yesung lo dejo caer en la montaña, ya no funciona...—tome de mi jugo pensando cómo le diría toda la verdad a Hangeng—

— Llámalo desde el hotel... ¿Qué esperas (TN) _____?—era algo difícil de hacer , pero ni modo algún día también tendría que enfrentarme a mis padres y comunicarle mi decisión—

— Tienes razón...—limpie mis manos con la servilleta para subir a la habitación—

— Hazlo después....—dijo Yoona sonriendo—mira quien vino a verte...—Yonna señalo con su mano atrás de mí, voltee a ver y era Yesung quien entraba al hotel—

— ¡Yesung!—salte de mí silla y corrí hacia el para abrazarlo—

— Buenos días linda...—sonrió besando mi mejilla, al escucharlo hablar de esa manera mordí mis labios sonriendo como una tonta, la felicidad era tanta que no podía controlarla—

— ¿Qué haces aquí tan temprano?—pregunte colgándome de su cuello—

— Te traje un regalo...—levanto su mano mostrando una bolsa—

— ¿Para mí?—tome la bolsa y el asintió besando mi mejilla mientras yo husmeaba el interior de la bolsa—¡wow! ¡Un celular! Pe-pero...—balbucee confundida—

— Aja...—acaricio mi cintura mientras aspiraba el perfume de mi cabello— ¿te gusta?

— Si pero...—hice una mueca rodando mis ojos— ¿Por qué lo hiciste?

Una vez nos amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora