No sé cuantos minutos me quede en silencio contemplando el rostro de Yesung, parecía que las palabras que el acaba de recitar, habían sido solo parte de mi imaginación, pero cuando mis ojos viajaron más debajo de su rostro, pude ver el anillo sobre esa pequeña caja de terciopelo, entonces... era cierto.
— Yesung...—mi voz estaba temblando, pero no era porque dudara, era algo mucho peor ¿el hacía esto para asegurarse de que volviera a Corea?—
— ¿Vas a aceptar?—una sonrisa se asomó por la línea recta de sus labios, sus ojos temblaban, como si tuviera miedo—
— ¿Por qué haces esto?—pregunte arrodillándome en el piso quedando los dos casi en la misma altura, claro él era un poco más alto que yo—
— ¿Cómo que por qué? ¿No es claro acaso?—saco el anillo del lugar donde estaba, era hermoso, parecía que brillaba tan solo con la luz del sol, una vez que lo saco lo acerco hacia mí—es porque te amo... y porque quiero pasar el resto de mi vida contigo...—explico dulcemente pero aun así parecía nervioso—
— Yesung...—tome una gran bocanada de aire para decir aquello que ya estaba empezando a dolerme—yo si volveré a Corea... no tienes que hacer esto para asegurarte que vuelva junto a ti...—el abrió sus ojos asombrado entendiendo a que me refería—el matrimonio...—tome su mano la cual sostenía el anillo e hice que la cerrara con el anillo adentro de su puño—podemos esperar para eso... no es algo que no desee, pero no quiero obligarte a hacer esto...—me acerque a sus labios muy despacio y rose los suyos succionando apenas su labio inferior para luego intentar ponerme de pie—
— Ven aquí...—tiro de mi mano haciendo que cayera sobre él, me acomodo en el suelo y él se posó sobre mí, por suerte era día de semana y solo estábamos los dos, de lo contrario hubiera sido algo vergonzoso—deja de decir tonterías y de sacar tú propias conclusiones ¿sí?—asentí aun sin entender nada—en verdad quiero casarme contigo...—sus ojos me miraron fijo a los míos provocando cierto temblor en mi cuerpo—¿no te gustaría despertar todas las mañanas junto a mí? ¿preparar el desayuno y esa cena tan original que solo tú sabes hacer...?—sonreí dándole un golpe suave en su estómago, el rio junto a mi besando mis labios—dime si no te gustaría vivir junto a mi sin tener que esperar que llegue el fin de semana para que Hyuk nos preste su casa para poder estar a solas...—mis ojos se iluminaron a medida que él decía más ideas acerca de una vida de casados, era una de mis mayores fantasías, sus voz tan segura me hacía desear esto con todas mis fuerzas—¿no quieres vivir tu vida junto a mí? ¿no te quieres casar conmigo?—fingió una carita tan triste que por un momento le creí—
— ¿Lo dices... enserio?—pregunte aun temerosa que de que esto no fuera más que una prueba a la que él me estaba sometiendo—
— Muy enserio (TN) _____...—con sus dedo índice toco mi nariz esperando que dijera algo—
— Prométeme que...—mi voz sonó casi ahogada, necesitaba hacerle estaba pregunta pero no quería que se molestara—prométeme que no lo dices porque sabes que voy a viajar.
— Sé que vas a volver...—susurro cerca de mis labios—no te estoy poniendo a prueba si es lo que piensas, pero porque postergar algo que deseo mucho ahora y quiero creer que tú también lo deseas...—una de mis manos subió hasta su mejilla delineando todas sus facciones, quería recordar este momento a la perfección, era el momento más importante de mi vida, quería gravarlo en mi memoria para luego contárselos a nuestros hijos... un bebe de Yesung con sus ojos tan lindo y su boca y...—¿Quieres casarte conmigo?—volvió a preguntar sacándome de mis pensamientos y fantasías—es la tercera vez que te lo pregunto, ya me estoy asustando...—dijo arrugando sus cejas—
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Una vez nos amamos
عاطفيةUna vez me amaste Una vez fuiste mio Una vez existió un "nosotros" Hoy... todo aquello quedo en el pasado... Tu mente me recuerda perfectamente... Pero tu corazón no.