Una vez nos amamos

Capitulo 38

Me senté en la cama viendo que él no tenía intenciones de volver a lo que hace unos segundos estábamos haciendo ¿estaba enojado? No sé, pero su silencio me estaba poniendo los pelos de punta.

— Es una broma ¿verdad?—soltó un suspiro con la mescla de una risa de confusión—no puedes estar hablando enserio...

— No...—dije con miedo ¿Por qué era tan extraño que quisiera hacer aquello? Si lo hacía era por los dos—no es una broma, estoy hablando enserio...

— ¿Cómo que te vas? No... no puedes... ¿Por qué haces esto?—levanto su voz como nunca lo había hecho entando conmigo— ¡tú me juraste que no te irías...!

— Yesung...—no sabía cómo decirlo, me dolía que me gritara y se enfadara—necesito hacer esto, lo necesito para obtener un trabajo...

— ¿Trabajo? ¡Deja de decir estupideces!—dijo molesto levantando la camisa del piso comenzando a prender los botones ¿ya no sucedería aquello? Pensé tristemente—si dejaras se der tan orgullosa y terca...—solo bastaron esas palabras para que mi tranquilidad se fuera al demonio—

— ¿Terca? ¿Orgullosa?—me levante de la cama y me pare frente a él, tuve que levantar mi mirada, él era más alto que yo— ¿eso piensas de mí?

— Claramente eso es lo que eres... ya te dije que yo te mantendría... Pero tu insistes con eso de buscar trabajo...—vocifero mirando hacia abajo, ósea a mí—

— ¡No quiero que me mantengas! Te lo eh dicho cintos de veces... ¿Por qué no lo entiendes?

— ¿Qué tiene de malo? ¡Soy tu novio!—paso sus manos por su cabeza buscando aire— ¡mierda!—se dio la vuelta pateando los almohadones que estaban sobre el piso—debí suponer que esto iba a pasar...

— ¡Deja de actuar así!—tome su brazo haciendo que se girara— ¿acaso crees que no voy a volver?—se quedó mudo mirándome enojado— ¿de verdad piensas eso?

— ¿Por qué prometiste algo que no vas a cumplir?—pregunto desilusionado, podía ver ese sentimiento es sus ojos—

— No me iré para siempre, serán solo unos días, entiéndeme...—pedí en tono de súplica—

— Si habría sabido esto...—comenzó a caminar por la habitación—

— ¿Qué?—voltee a mirarlo— ¿no habrías terminado con Jiyeon? ¿Es eso?

— ¿Por qué metes a Jiyeon en esto?—dijo como si yo estuviera diciendo algo muy absurdo—

— Porqué dices todas esas cosas... sabes que no soy como ella, yo volverle en unos días...

— ¡No quiero que te vayas!—dijo firme, pero esta vez era yo la enfadada, odiaba saber que no confiaba en mi—

— Iré igual...—afirme cruzándome de brazos—

— ¿Esa es tu última palabra?—asentí—¡bien!—me dio la espalda se quitó sus zapatos y se metió entre las mantas—buenas noches...

¡Que infantil! Dije en mi mente, fui hasta el baño, estaba furiosa ¿Por qué desconfiaba de mí? Me quede allí por unos minutos, recordé que no había traído mi pijama, se supone que no lo usaría ¡maldición! salí del baño, me quite mis zapatos y me metí a la cama con la ropa que traía puesta, por lo visto ya no habría más caricias por lo que quedaba de la noche.

Cuando desperté estaba sola en la cama, Yesung no estaba. Me levante y camine por la habitación, sentí el agua de la ducha, él se estaba bañado. Después de unos minutos salió casi vestido.