"El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista."
Georg Christoph Lichtenberg
Estaba acostada sobre la cama, la habitación estaba ya iluminada por la luz del amanecer, ya hace unos minutos que había despertado, miraba la pared de la habitación esperando que sonara el despertador para que me levantara a hacer lo que todas las mañanas solía hacer. De un momento a otro la mano de Yesung se posó sobre el contorno de mi cintura, despacio fue acercándose hasta llegar a mi mano que colgaba de la cama, vi como sus dedos comenzar a pasar por la palma de mi mano, queriendo provocarme cosquillas.
— Estoy despierta—dije de golpe, él se apartó de inmediato, me senté en la cama observándolo, rascaba su nuca y sonreía de manera tímida—
—Sí, yo... quería despertarte... como tú lo haces conmigo—sonrió avergonzado, la alarma de mi celular sonó, era hora de salir de la cama—
— No es necesario...—estire mis brazos y me puse de pie adentrándome al baño, detrás de mí sentí sus pasos, en cuanto estuve adentro cerré la puerta, creo que golpee su nariz, pero el no dijo nada. Cepille mis dientes, moje mi rostro y recogí mi cabello saliendo afuera, él estaba sentado en la cama esperando por su turno—ya puedes entrar.
— Gracias...
Hice una mueca y salí por el pasillo hasta llegar a la cocina, tenía que hacer su desayuno. Mientras revolvía los huevos en la sartén Yesung apareció por la puerta.
— Me gusta el suavizante que usaste para la ropa, huele muy bien—decía mostrando una sonrisa radiante—
— Me alegro que te guste...—volví mi mirada a lo que preparaba—
— (TN) _____...—se aproximó a mí—ya han pasado tres días desde...—hizo una pausa, estaba segura que sus ojos estaban sobre mí, continúe revolviendo los huevos—desde que olvide nuestro aniversario... ¿aún no vas a perdonarme?
— Ya lo olvide Yesung...
— No es cierto, estas distante desde ese día. Ya me disculpe contigo ¿no te gustaron los bombones y las rosas?
— Si me gustaron...—respondí apagando la hornalla y quitándome mi delantal de cocina—ya no estoy molesta...
— ¿Entonces porque me ignoras?—me miro con ojos caídos, parecía preocupado—ya te dije que pase la noche en el auto y si llegue tarde fue porque me quede sin combustible y tuve que caminar hasta una estación de servicio... siento haber olvidado nuestro aniversario y...
—Está bien—interrumpí sus palabras—ya me lo has explicado y lo entiendo. Voy a estar bien no te preocupes ya se me pasara.
— ¿Puedo hacer algo para ayudarte?—estiro su mano sobre la mesada capturando la mía—
— De verdad estoy bien...—sonreí, el hizo lo mismo, llevo mi mano hasta sus labios dejando un beso sobre ellas—ve a la mesa, te serviré el desayuno—el asintió y corrió hasta el comedor—
Deje el plato de huevos revueltos en su lugar, me senté junto a él y comenzamos a desayunar.
— Mmmm... esta delicioso, mejor que el de mi madre—dijo sonriendo mientras masticaba—te salió estupendo...
— Que bien...—reí tomando de mi café, los dos sabíamos muy bien que le gustaban los huevos con menos cocción, pero esta vez no dijo nada, estaba muy lejos de querer quejarse—
NARRA YESUNG
4 Meses y dos semanas de casados.

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Una vez nos amamos
RomansaUna vez me amaste Una vez fuiste mio Una vez existió un "nosotros" Hoy... todo aquello quedo en el pasado... Tu mente me recuerda perfectamente... Pero tu corazón no.