Capitulo 36

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— ¿Es todo?—pregunte cuando el termino de poner sobre el lavabo los platos sucios—

— Si es todo, limpie la mesa y pase la aspiradora por el comedor, déjame ayudarte...—tomo un paño y comenzó a secar los platos ya lavados...

— Hyuk se pondrá feliz de saber que dejamos todo limpio...

— Somos los únicos que limpiamos aquí...—los dos nos echamos a reír , por lo general Hyuk era muy desordenado, nosotros le poníamos orden a su casa y era tanto el cambio que había que él se sentía muy a gusto cuando volvía—creo que Hyuk saca mucha ventaja al prestarnos se casa...

— Pero....—lave mis manos una vez que termine—la ventaja más grande la tengo yo...—me apoye en el lavabo llamándolo con mi dedo, el obedeció y se acercó a mí—porque puedo pasar la noche contigo....

— ¡Oye!—presiono mi mejilla—la ventaja es de los dos...

— Ok lo que tú digas...—acaricie su cuello—¿sabes algo?—el me miro expectante tomándome de la cintura—estoy cansada...

— ¿Quieres ir a la cama?—asentí acercándome a sus labios, lo que tanto esperaba durante la semana por fin llego, no había nada en el mundo que me gustara mas que pasar una noche con él y mejor aún si antes nos comportábamos como toda una pareja de recién casados, atesoraba cada momento que vivía con él—

Sus labio viajaron hasta mi cuello, cuando una alarma sonó interrumpiéndonos. Empuje a Yesung lejos de mí.

— ¿Qué sucede?—pregunto sorprendido al ver que quería escapar de sus brazos—

— Es hora de tomar mi píldora...—el levanto sus manos dejándolas en el aire dándome espacio para salir— ¿dónde está mi bolso?— salí corriendo hacia la sala—

— ¿Quieres que te ayude a buscarlo?—no respondí, trataba de recordar donde había dejado mis cosas—

— ¿Dónde está? ¡Estúpido bolso...!—mire hacia todos lados y no lo hallaba—¡estúpidas píldoras...!

— ¡Lo encontré!—Yesung entro hacia adentro con mi bolso en sus manos—lo dejaste en el auto...

— Gracias...—le di un beso muy rápido y salí hacia el baño—

Era la hora justa en la que me tocaba mi píldora, tenía que ser muy puntual. Yesung me había acompañado a una clínica donde ahora tenía un ginecólogo que me recetaba las píldoras para cuidarme. Tome un vaso y lo llene de agua ¡listo!

Reí cuando caí a la cama, él había tropezado con sus propios zapatos, así se tambaleo y acto seguido los dos caímos a la cama.

— Creo que tomaste mucho vino Yeye...—acaricie el cabello de frente enredando mis brazos en su cuello—

— ¿Yeye?—arrugo sus cejas al escuchar su nuevo apodo—

— Si...—trace mis dedos por su nuca provocando un cosquilleo en el—esa será mi manera cariñosa de llamare ¿te gusta?—arruga su nariz riendo—

— Parece algo de niñas... pero por ti lo soportare...

— Ya lo sabía...—los dos nos miramos en silencio, la habitación estaba a oscuras solo nos iluminaba la luz de la luna que entraba por la ventana de la habitación de huéspedes, por supuesto que no usaríamos la cama de Hyuk—es una noche hermosa ¿verdad?—sonreí mirando sus ojos, podía pasarme la noche entera mirando su rostro, era tan guapo que no me cansaba de repetirlo—

— Si lo es... gracias por quedarte aquí conmigo... haces que todo sea perfecto...—reí levantando mi rostro para besar sus labios, un ligero beso que decía mucho, tenía ansias de el—¿qué era lo que ibas a mostrarme?

Una vez nos amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora