Una vez nos amamos

Capitulo 45

Todavía recuerdo el día que conocí a Yesung, a través de una sala de chat, recuerdo muy bien lo guapo que él me parecía, desde el primer momento él me había deslumbrado por completo. Pero lo mejor fue cuando lo conocí más a fondo, no era solo un rostro bonito, era divertido, simpático, agradable, amable y muy gracioso. Aun me veo a mi misma tirada sobre mi cama, con una sonrisa en mis labios apretando mi celular contra mi pecho, después de que él me enviaba un mensaje, un mensaje que hacía de mi día algo perfecto.

No me arrepiento de nada, todas las cosas que viví, todas las risas, todos los momentos tristes y las lágrimas que derrame me llevaron a este día, mi boda.

Sé que él me ama, lo presiento y puedo verlo en sus ojos que brillan de manera muy particular, en sus labios de ha dibujado una bonita sonrisa mientras me observa a unos metros, parado en el altar junto a su padre. Me había prometido a mí misma no llorar, pero parecía ser imposible, no quería tropezar y arruinarlo todo, me esforcé en dar pasos firmes con mis tacones y además Eunhyuk había prometido ser paciente y caminar al mismo ritmo que yo, debía admitir que lo estaba haciendo muy bien.

Por fin la larga distancia había terminado, solo unos centímetros nos separaban, solté el brazo de Eunhyuk, Yesung estiró su mano tomando la mía para recibirme "Está sucediendo" "El sueño más hermoso que alguna vez tuve, hoy se está haciendo realidad"

Él y yo intercambiamos una mirada de tan solo unos segundos, pero creo que para solo nosotros dos duro una eternidad, por mi mente pasaron miles de recuerdos, como si se tratase de una cinta de grabación, con todos nuestros momentos vividos, cualquiera diría que fueron pocos, pero en realidad habían sido los suficientes para algún día contar nuestra historia de amor a nuestros hijos. Mi mano sostuvo su brazo y por fin me sentí en mi hogar, donde siempre había pertenecido...

— Te amo...—susurro el muy despacio cuando puso mi anillo en mi dedo anular, sonrió con sus labios temblorosos, es más hasta sus manos temblaron cuando deslizaba el anillo por mi dedo—

— También te amo...—respondí tomando el anillo que sería suyo—

El padre nos declaró marido y mujer, era el momento del tan esperado beso que sellaría nuestro amor. Levanto mi velo y sostuvo mis dos manos entrelazando nuestros dedos.

— Usted se ve muy hermosa señora Kim—sonrió provocando que me sonrojara, juraría que podía sentir la risa de Eunhyuk a mis espaldas—

— Pues tu luces muy guapo, más de lo normal querido esposo...—los dos reímos y por fin nuestros labios se unieron, un tierno beso de marido y mujer, ya que no era momento de esos besos apasionados que el solía darme en otros momentos, lo bueno era que todavía faltaba para la noche de bodas.

Fue una boda tan tradicional como así también hermosa. Hubo lluvia de arroz para los novios al salir de la iglesia, una gran cantidad de personas se acercaron a saludarnos y darnos buenos deseos, en nuestra nueva vida de casados.

El salón de recepción se veía precioso, sencillo y muy original. Estaba decorado con globos blancos y algunos de color salmón muy claro. Hubo vals, con todos los familiares de Yesung y algunos conocidos suyos. Yesung me rodeo con sus brazos, se había dado cuenta que me dolía el no tener a mis padres aquí conmigo, pero no se trataba tan solo de eso, también era saber que le estaba mintiendo a él.

— No quiero verte triste—me tomo de mi cintura mirando hacia todos lados, asegurándose de que nadie nos viera, aunque era algo imposible ya que éramos en blanco de todos aquí. Se acercó a mí y me dio unos besos en mi cuello—voy darte mucho amor, para que no te sientas mal...

— Gracias...—acaricie sus labios con mi dedo índice—estas aquí, pues mi felicidad ya es completa...

Estaba a punto de darme un beso cuando las manos de Eunhyuk y Yoona tiraron de nosotros para llevarnos a la pista de baile. Amaba a nuestros amigos, pero a veces sentía que acertaban cuando era el mejor momento para interrumpirnos.