Capitulo 72

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Su padre continuó hablando, pero no estaba escuchando nada de lo que decía. Aun no creía que mi esposa me hubiera ocultado tanto y como si solo fuera eso, también había mentido sobre mí. Para todos yo no era más que un desgraciado que había renunciado a esa criatura que aún no nacía.

— Escúcheme señor—expreso su padre intentando llamar mi atención, parpadee mirándolo—

— Mi nombre es Yesung, Kim Yesung—corregí—y aun estoy casado con su hija...

— Le recuerdo que usted la abandono y...

— Fue ella quien se marchó...—contradije molesto. Pero su expresión decía claramente que no me creía ni una sola palabra—

— De haber sabido que mi hija se casaba, habría hecho todo para impedirlo, estaba claro que aquel matrimonio solo era un error. Si (TN) _____ nos lo habría dicho jamás se lo hubiésemos permitido.

— Papa ¡basta!—Lina se interpuso mirándome ahora con preocupación—

— ¿Qué?—susurre sin poder creer esto que oía de su padre ¿(TN) ___ jamás le informo a sus padres que se casaba conmigo?—Escúcheme...

— Ahórrese sus palabras—intervino su madre—mi esposo y yo no necesitamos aclarar nada con usted, lo único que deseamos es que nuestra hija se divorcie de usted en cuanto se recupere. Así ella ni él bebe tendrán que ver con un padre desnaturalizado como usted.

Apreté mis labios, aguantando todo lo que quería decir, estaba seguro que si hablaba esto seguro desembocaría en una gran discusión.

— Esperare a que "mi esposa"—remarque aquellas palabras hablando más calmado—despierte y hablare con ella—retrocedí hacia atrás y tome asiento en uno de los asientos que estaba sobre el pasillo—

Su madre parecía querer fulminarme con la mirada, sin embargo no dijo nada más y se alejó junto a su esposo e hija hacia los asientos que estaban del otro lado del pasillo. De aquí no iba a marcharme, no sin antes saber cómo estaban (TN) ____ y mi hijo.

Pasado unos minutos, por fin la puerta de la habitación se abrió, tanto los padres de (TN) ____ como yo nos pusimos de pie para interrogar a su doctora.

— ¿Cómo está mi hija?—pregunto su madre—

— Se encuentra bien. Ahora esta durmiendo, es importante que descanse y este relajada.

— ¿Él bebe se encuentra bien?—pregunte llamando la atención de todos los presentes—

— El niño está en perfecto estado—afirmo la doctora—si mañana continua así, podrá regresar a casa—sonreí emocionado al escucharla decir aquello—

— ¿Es... es un niño?—pregunte entrecortado, mis ojos parecían arder—

— Si, es un niño.

— ¿Puedo verla tan solo uno segundos? Soy su esposo—aclare esperando que con aquel dato ella se apiadara de mí y me concediera aquel permiso—

— Solo un par de minutos.

— Gracias.

Al adentrarme a la habitación pude oír a la madre de (TN) ___ reclamarme por permitirme ingresar a la habitación y a Lina que intentaba calmarla. Cerré la puerta luego de ingresar, me detuve tras ella al observar a (TN) ____ sumamente dormida, parecía más tranquila y serena. Con cuidado me acerque a ella sin quitar mi mirada de su vientre. Calculando los meses que ella y yo estábamos separados, tenía siete meses de embarazo, increíble como así también era increíble que yo apenas lo supiera, me había perdido de tanto, ahora ya sabía que era un niño y que se hallaba muy bien.

Una vez nos amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora