Capitulo 55

137 9 0
                                    


Siempre lo dije, no me canse de repetirlo, jamás me rendí y no me canse de estar a su lado acompañándolo; esperando por él. Ese día por fin ha llegado, ya no más lágrimas de tristeza por no tenerlo a mi lado, las únicas lagrimas que ahora podre derramar serán de felicidad, de felicidad porque ahora estaré a su lado y nada ni nadie me apartara de él.

Entre tropezones y corridas entre a la clínica, el ascensor parecía subir muy lentamente, solo estaba consiguiendo desesperarme más. Presione el botón para que las puertas se abrieran, baje en el 4º piso, tome las escaleras y subí con prisa hasta llegar al 6º piso, donde se encontraba Yesung.

— Jong Jin—tome su brazo sosteniéndome, ya que casi estaba sin aire y con mis pies cansados a punto de dejarme caer—

— ¿Qué te sucedió?—pregunto después de examinar mi estado—

— ¿Por qué no está en la habitación? Me dijiste que Yesung había despertado—ahora comenzaba a intranquilizarme, al verlo fuera y no dentro de la habitación. Me aleje de el yendo directo hacia la puerta de la alcoba donde Yesung se encontraba—

— Oye... aguarda—Gon Jin me tomo del brazo deteniéndome—espera un momento.

— ¿Por qué? Quiero verlo, tu dijiste que el...

— Y es cierto—expreso calmándome un poco, solo un poco—pero ahora esta con los doctores, tienes que hacerle un chequeo completo.

— Oh... ¿pero cuánto tardaran?—pregunte apretando mis dedos uno con los otros ¿Cuánto seria esta espera?—

— Tranquila—comentó el haciendo señas con las palmas de sus manos—no deben tardar mucho, lo veras muy pronto. Él debe estar igual de ansioso que tú por verte—no pude evitar sonreír ante aquellas palabras, en aquel breve momento imagine que cara tendría el al verme ¿estaría igual de ansioso que yo? ¿También estaría desesperado por verme? porque yo definitivamente lo estaba, tenía ganas de traspasar aquella puerta sin importarme nada. Lo único que quería era estar a su lado, abrazarlo y no apartarme nunca más de él.

Finalmente luego de varias horas los doctores salieron de la habitación, los padres de Yesung ya estaban aquí e incluso Eunhyuk, su mejor amigo.

Yesung había pasado exactamente 6 meses y algunos días en coma, motivo por el cual tendría que someterse a muchos tratamientos y el periodo para que volviera a ser el mismo de antes sería algo extenso por lo cual tendríamos que tener paciencia, esas fueron las palabras de los doctores que estaban a cargo de su recuperación y los que estuvieron atendiéndolo durante estos seis meses.

— Sera bueno para el que entren todos, ya que son personas cercanas a él, será además una manera de confirmar que él puede reconocerlos...—todos asentimos y entonces uno de los doctores abrió la puerta, mis nervios y mi ansiedad estaban a mil, sentía que el cualquier momento mi respiración se detendría—

Mis piernas avanzaron con cuidado y al mismo tiempo con temor y mis lágrimas ya estaban sobre mis mejillas, había esperado tanto por esto, que todavía me costaba creer que esto estuviera pasando realmente, parecía ser un sueño, el más hermoso sueño.

Y ahí estaba el, tan guapo como siempre a pesar de que su cabello estaba demasiado corto y sobre todo mal cortado, aunque era lo de menos, se veía deslumbrante de todas maneras. Mi esposo, mi amor, el amor de mi vida por fin estas aquí, a mi lado.

Su mirada estaba un poco caída y entrecerraba sus ojos con pesar, como si estuviera con sueño. No podía mantenerse sentado asique su espalda estaba sostenida por varios almohadones. Su mirada exhausta paseo por cada uno de nosotros, pero estaba serio sin ninguna expresión.

— Muy bien Yesung—hablo uno de los doctores— ¿reconoces a alguna de estas personas? ¿Sabes quiénes son?—el asintió con mucho trabajo— ¿puedes decirnos quiénes son?— el volvió a pasear la mirad por nosotros y se concentró en su madre por varios minutos. Finalmente sobre sus labios aprecio una media sonrisa y sus ojos parecían brillar—

— ...M... ma...mama...—expreso con mucha dificultad... la señora Kin se echó a llorar siendo contenida por su esposo—

— Bien—lo felicito el doctor acercándose a su padre—podrías decirme quien es el...

— P...padre...—dijo soltando aire—

Luego fue el turno de reconocer a Jong Jin y a Eunhyuk, el los reconoció claramente aunque claro, el hablar todavía no le era muy fácil.

— Lo estás haciendo muy bien Yesung—expreso nuevamente el doctor y finalmente se acercó a mí—dime quien es ella... ¿la recuerdas Yesung?—

Limpie mis lágrimas sabiendo que seguro me veía horrorosa. Yesung me miro entrecerró sus ojos y sus labios se abrieron, cuando estaba a punto de decir algo volvió a cerrar su boca, miro a su doctor y no pudo formular alguna palabra—Yesung—volvió a insistir, mis ojos parecían querer llenarse nuevamente de lágrimas ¿acaso él no me reconocía?—vamos, sé que puedes hacerlo ¿reconoces a (TN) ____?—pregunto dándole una ayuda— ¿Qué es ella para ti?—Yesung aclaro su garganta y separo sus labios—

— M...mi esposa...—dijo entrecortado. Sin siquiera pedirle permiso a su doctor me acerque a él y lo abrace—

— Yesung...—llore en su hombro sin importarme nada, su brazos no me respondieron pero era lógico, el doctor había dicho que tardaría en recuperar la movilidad de su cuerpo—

Pero aquello no impidió que mi felicidad disminuyera, me sentía completa, completamente feliz, el hombre que estaba a mi lado hacia que mi vida solo dependiera de la suya, ahora que él estaba aquí conmigo nada podía arruinar mi felicidad, nada.

Por su bien y por su salud el había tenido que ser sedado y descansar por algunas horas, había sido demasiadas emociones para apenas un día. Me quede con el toda la tarde esperando a que el despertara, deseaba tanto poder hablar aunque sea solo mirarlo y contarle algunas cosas, estaba segura que el adoraría escucharme contarle los últimos acontecimientos.

Fue mágico contemplar como sus ojos se abrían, estaba despertando, reí dichosa acercándome a el.

— Mi amor...—acaricie su frente y me incline para besar su frente— ¿quieres sentarte?—el asintió—

Tome unos almohadones y los puse detrás de su espalda y luego lo ayude a sentarse, acomode las mantas para que estuviera cómodo.

— ¿Así está bien?—asintió elevando su vista, mirándome. Sentí un gran coquillo en mi estómago cuando lo veía seguirme con la mirada a todo lo que yo hacía— ¿tienes hambre?—negó—entonces podemos...—la puerta se abrió con rapidez interrumpiéndome, voltee a ver de quien se trataba—

— Yesung...—era Jiyeon —

Había entrado sin llamar y en cuanto vio a Yesung su expresión fue de emoción y sorpresa. Pero mucho peor que eso fue ver como Yesung reacciono al verla. Sus ojos se posaron en ella e inmediatamente apareció una gran sonrisa en sus labios.

— Jiyeon—dijo tan claro como el agua—

Ina Kim ♥

Una vez nos amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora