Nunca jamás en mi vida le había contado a Hangeng sobre mi amistad con Yesung. Según yo, Hangeng nunca había estado al tanto de mis charlas con Yesung, entonces... ¿Cómo es que el sabia hasta su nombre?
— ¿Cómo sabes a cerca de Yesung?
— Lo sé y punto...
— Dime... ¿Cómo sabes? yo nunca te conté nada acerca de el...
— Revise tu celular...—admitió como si nada—perdón no quise hacerlo... pero lo hice...
— ¿Por qué estuviste husmeando en mis cosas?
— ¿En verdad vas a dejar todo por él?
— Son cosas mías... no te entrometas Hangeng...
— Ni siquiera lo conoces... pensé que eras un poco inteligente (TN) ____, pero veo que me equivoque...
— No me importa lo que digas... lo hare de todas formas... además... no-no es solo por el...—empecé a tartamudear al verme descubierta por Hangeng—estoy segura que en Corea también puedo ser una gran chef.
— No digas estupideces...—me gruño como si yo estuviera diciendo cosas absurdas—lo más probable es que nada de eso suceda...
— ¿Quieres apostar? Sabes que voy a ganar...—le desafié ya muy molesta—
— Cuando estés allá veras que yo tenía razón, toda esta ilusión que tienes no es más que una simple fantasía...
— No estoy pidiéndote tus malditos consejos... no los necesito...—estaba triste por lo de Yesung, pero Hangeng me estaba haciendo enfurecer—
— Pensé que éramos amigos...—comento algo triste—
— También yo... pero tú no me apoyas en nada de lo que quiero, siempre te encargas de arruinar todos mis proyectos...
— ¿Proyectos?—rio como si estuviera burlándose—Lo que tú quieres es un gran error... estas dejando pasar lo mejor de tu vida por ese estúpido viaje... lamento decírtelo pero cuando todo resulte nada más que una falsa ilusión te acordaras de mi...
Odiaba la manera en que me miraba, como si yo fuera la más ingenua del mundo, se dio la vuelta volviendo al bowling.
— ¡Vete al diablo Hangeng...! no necesito de ti ni de tus malditos consejos...
— Ya te avise, ahora tú decides que haces...—decía mientras caminaba dándome al espalda—
— Cuando este en Corea te mandare una postal con la imagen del restaurante en el que trabajare y ahí veras quien tenía la razón...—grite enojada—
— Si claro... soñar en gratis linda...—decía sacudiendo su cabeza, no podía ver su rostro pero estaba segura que se estaba riendo—
— Pues me iré igual ¿sabes?—le grite para que me escuchara— ¡Idiota!
Y aun peor de lo que estaba, comencé a caminar para alejarme de este estúpido lugar. Llegue a casa, salude a mis padres rápidamente y me encerré. Una vez en mi habitación, me recosté sobre la cama muy dolida por la discusión que había tenido con mi amigo, eso era lo único que me faltaba. Saque las cosas de mi bolso incluyendo mi celular, tenía un mensaje ¡perfecto!
"Eres libre de hacer lo que tú quieras (TN) _____"
Ya no había nada más que responder, ya me había quedado sin un amigo y ahora me quedaba sin mi otro amigo del que estaba enamorada.
Definitivamente y aunque me costara admitirlo y aceptarlo, el ya no quería hablar conmigo y lo peor era no saber el porqué. Pero algo había pasado, algo que hizo que él se alejara de mí, algo que había hecho cambiar todo, ahora ya no sabía cómo seguían las cosas y eso me daba mucho miedo...

ESTÁS LEYENDO
Una vez nos amamos
RomanceUna vez me amaste Una vez fuiste mio Una vez existió un "nosotros" Hoy... todo aquello quedo en el pasado... Tu mente me recuerda perfectamente... Pero tu corazón no.