Capítulo 28

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Estaba dormida cuando sentí que Yesung despegaba su brazo de mi cintura, sentí hundirse la cama, estaba a punto de darme la vuelta y preguntarle que estaba por hacer pero su voz al teléfono me detuvo.

— Hola Jiyeon, si soy yo...—hizo una pausa, estaba hablando con ella, aun después de pasar la noche conmigo se atrevía a llamarla a ella—lo sé, pero... tuve un inconveniente... te lo explicare cuando vuelvas, dile a mis padres que estoy bien, te veo el lunes... cuídate... yo también... te quiero... adiós...

Él había dicho que la quería. Mi corazón se estrujo al oír sus palabras ¡que descaro de su parte! Acababa de acostarse conmigo y aun estando en la cama junto a mí la llamaba a ella y le decía que la quería ¡soy una estúpida! ¡Una completa idiota! La felicidad que hasta hace instantes sentía se borró por completo de mi interior y se transformó en una infinita rabia y tristeza, fingí que seguía dormida, volví a sentir que envolvía mi cuerpo con sus brazos y apago la lámpara que estaba de su lado.

Pasaron dos horas más, dos horas que estuve despierta llorando en silencio, ya casi estaba amaneciendo pero no del todo, me di la vuelta, él estaba dormido, con mucho cuidado quite su brazo de mi cintura y salí de la cama, busque mi ropa interior que estaba sobre el piso, fui hasta el lavadero donde estaba mi vestido y mi campera secando, me puse mis zapatillas y abrí con cuidado la puerta principal de la casa, ni siquiera me moleste en ir hasta la habitación para mirar por última vez a Yesung ¡ya no más! Basta de sufrir como una tonta por alguien que solo me utilizo y se burló de mí, debí saber que él no renunciaría a Jiyeon después de haberse comprometido con ella como no fui capaz de darme cuenta de cómo eran las cosas, siempre estuvieron tan claras como el agua, como fui tan estúpida de caer de nuevo, lo amaba, este era mi peor error amarlo tanto y permitir que el jugara conmigo cuando una pequeña voz en mi interior me previno que el no renunciaría a todo por mí. Había cometido el peor error de mi vida, me entregue a alguien que no siente nada por mí, ahora ya no hay vuelta atrás. Debí ser fuerte y mantenerme firme con la decisión que había tomado ¿Por qué fui tan débil?

Camine sola por la calle en busca de un taxi, no tenía mi celular para llamar a Yoona, el idiota de Yesung lo había roto, por suerte un taxi para junto a la calle y se ofreció a llevarme. Llore como una tonta mientras iba en el taxi, quise irme sin despedirme de él, sentía vergüenza de mirarlo otra vez y también lo odiaba por haberme engañado de esta manera, el taxi paro frente al hotel, saque un billete que tenía en el bolsillo de mi campera para pagarle y entre hacia adentro del hotel.

— (TN) _____ ¡hey! Espera...—Yonna corrió hasta alcanzarme sujetando mi brazo— ¿Qué fue lo que paso?

— Soy una estúpida Yoona...—me eche a sus brazos rompiendo en llanto—¡una idiota! eso es lo que soy...—ella me abrazo dando leves palmadas en mi espalda—

— No eres una tonta...—Yoona acaricio mi cabello mientras reposaba mi cabeza sobre una almohada sobre mi cama—lo hiciste porque lo amabas...—trato de consolarme luego que le conté lo sucedido con Yesung—sería peor si lo hubieras echo sin amor, créeme que eso no tendría consuelo...

— Pero él no me ama... soñé tanto con este momento... y cuando pensó que estaba dormida la llamo a ella...—derrame más lágrimas al recordar esa escena—

— Tranquilízate, habla con él, primero escúchalo y después puedes juzgarlo...

— ¿Escucharlo?—me puse de pie limpiando mis lágrimas—no quiero verlo nunca más, que se quede con su novia, estoy cansada de todo esto—me levante de la cama y comencé buscar mi cepillo para el cabello—el teléfono de mi habitación sonó, ella atendió—

— Hola...—Yoona cambio su expresión y me miro como si quisiera decirme algo—un momento...—tapo el teléfono y me miro—es Yesung está esperándote abajo, quiere verte...

Una vez nos amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora