3 DÍAS DESPUES.... [MIERCOLES]
*Narras Tu*
<<No quiero>> repetía mi conciencia cada dos por tres.
-¡_________ levantate! -escuche la tediosa voz de mi madre-
-No quiero -dije dándome vuelta-
-Vamos, tienes que terminar de hacer las maletas
-¡Que no quiero!
-Vamos _____.
-Mama...
-¡Stella!
-¡Callate! -grite y me levante- ¿Estas contenta?
-Si -dijo y me apreto las mejillas-
-Basta mama -le quite la mano-
-¡Hey! Algo te pasa...
-No quiero irme...
-Yo tambien te voy a extrañar
-No es eso. Son ellos, no los soporto.
-Te va a ir bien. Graba y el resto del tiempo vete al mar y desconectate del mundo.
-No es tan fácil.
-Si lo es, no les hagas caso y ya.
-Ma...
-Vamos _____, vale la mitad de la nota.
-No me importa.
-Si te importa.
-No
-Si te importa. Ahora te levantas, te bañas, desayunas y te ayudo a terminar de hacer las maletas. Despues, yo misma te llevo a la casa, ¿ok?
-Porfavor, no me obligues.
-Vamos, ya -dijo mi mama empujandome hacia el baño-
Me resigné a aceptar mi destino y me desvesti lentamente. Me meti en la ducha y estuve un largo rato pensando y asimilando mi futuro. Elaboré distintas hipótesis de lo que sucedería esos dos meses.
1- Los mataría a todos e iría presa
2- Me suicidaría
3- Ellos me matarían a mi
En todas las hipótesis, mi vida se arruinaba. ¿Que mas quedaba?
4- No escuchar, ni ver, ni sentir, ni oler, ni percibir.
Nada. Ser un autómata. Ese era mi destino en los próximos 3 meses.
Sali de la ducha y me seque lentamente. Estaba toda pastosa, no deseaba hacer nada. Cuando sali del baño, observé el escritorio y en él había una taza de té de limón y unos waffles con frutillas, mis favoritos.
Mi mama si que sabía complacerme.
Me puse la ropa interior y me enrosqué el pelo en el toallon. Busque ropa, no cualquiera. Si bien no tenia ganas de hacer nada, tenia que vestirme decentemente. Encontre esto: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=110471098&.locale=es Amaba esa calza con mi vida.
Cuando terminé de pintarme las uñas me maquille y me peine: máscara de pestañas y delineador y me ate el pelo en una cola de caballo alta, como siempre.
Tomé el té rápidamente y me comí los waffles como si fueran los últimos de mi vida.
Una vez lista, llame a mi mamá y comenzamos a terminar de hacer las maletas. Digamos que en esas dos maletas metí prácticamente las 3/4 partes de toda mi ropa. Lo único que quedo en el armario fue la ropa muy gruesa de invierno y la ropa que ya no me entraba. El resto, adentro de las maletas. Incluso me llevé todos mis pares de zapatos en otro bolso. Llevaba las dos maletas, el bolso con los zapatos, la mochila con todos los libros y carpetas (tenia que estudiar para rendir el primer día), el bolso con la notebook y el bolso celeste en el que llevaba mis pertenencias.