La rubia se deslizó fuera de la habitación y cerró la puerta con sumo cuidado, para no despertar a su pequeña hija. Se metió en la habitación y se volvió a acostar en la cama al lado del rizado, que hacía unos días, era su prometido. Soltó un largo suspiro y sonrió.
«¿Qué había hecho yo para recibir este regalo?» pensó. Y era verdad. Ella no había sido la mejor persona, en nada. Ella solo había vivido y dejado a las cosas vivir. Y había recibido a cambio una hermosa familia, los mejores amigos del mundo y dos padres que siempre estaban cuidándolos desde el cielo. Era la persona más feliz del mundo, y no lo podía negar.
Hacía ya tres meses del nacimiento de Elena -y de su reconciliación-, dos meses de que habían terminado la universidad, dos semanas desde que Harry le había propuesto matrimonio, casi un año de la muerte de sus padres y más de un año de que ellos dos estaban juntos. El tiempo pasaba, y lo hacía sin discreción alguna.
_____________ dio vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño. En una de sus vueltas, se topó con un par de ojos verdes cristalinos tenuemente iluminados por la luz de la luna, mirándola.
-¿Te desperté? -musitó ella con una sonrisa-
Harry negó con la cabeza. -Elena lo ha hecho.
Él también había estado pensando exactamente en lo mismo que ella durante ese corto tiempo.
-¿Quieres salir un rato? -preguntó ella-
Él asintió levemente y se levantó de la cama. Llevaba sólo un pantalón de algodón gris que usaba para dormir, y ella estaba vestida con un corto pijama, pero salieron sin vestirse correctamente. De todos modos, estaban solos.
Caminaron hasta un poco más lejos de la orilla del mar, que se levantaba embravecido. Ella sonrió, habían vuelto al lugar que los había unido. Él se sentó y ella se recostó sobre su pecho, ambos con la mirada fija en las estrellas.
__________ suspiró. -Demonios, esto me trae tantos recuerdos.
Su cabeza se movió rítmicamente sobre del pecho de Harry, quien estaba riendo.
-No a ti sola, cariño. Pasaron demasiadas cosas aquí.
-Las más importantes, supongo.
-Todas las cosas que vivamos juntos van a ser importantes y más desde ahora.
Ella sonrió y se levantó de encima suyo, para enfrentar sus caras. Se miraron por un largo rato en silencio, hasta que ella levantó la mano y con su pulgar acarició la mejilla de él.
-De verdad agradezco haberte odiado, tanto que llegué a amarte con el alma. -susurró la rubia-
Harry tomó la mano con la que estaba acariciándolo y le besó la palma.
-Y yo agradezco haberte hecho la vida imposible. -susurró el contra la mano de _____________ y luego sonrió-
Se unieron en el más profundo beso, haciendo que sus labios bailaran junto con los del otro, sintiendo cómo toda su historia pasaba en frente a ellos. ___________ hundió sus dedos en los rizos color chocolate de Harry y él enterró sus dedos en las caderas de ella, haciéndola soltar un jadeo.
Harry pegó su frente a la de ella y justo cuando ______________ iba a hablarle, escucharon un fuerte ruido proveniente de la casa; era el llanto de Elena. Él rió y ella se levantó corriendo para ir a atender a la pequeña, que se había despertado.
El sol comenzó a salir y Harry se tiró en la arena, contemplando el cielo, pensando. En quince minutos, _____________ regresó con la niña, quien dormía plácidamente en los brazos de ella.
El sol ya estaba afuera, saludándolos con los primeros rayos. _____________ se puso entre las piernas de Harry y se recostó en su pecho, como habían estado anteriormente. Ambos miraron a la pequeña dormir.
-Recuerdo cada puesta de sol. -comenzó a hablar ella- Recuerdo cada palabra que dijiste. Recuerdo cuando escribiste “Harry & ____________ 4EVER” en la arena. Recuerdo dónde nos besamos por primera vez, cómo no quería dejar tus labios. Recuerdo cada noche que pasamos juntos. Recuerdo cuando nos pusimos borrachos y casi nos acostamos. Recuerdo todas las veces que nos peleamos. Recuerdo cuando te dije que te amaba. Recuerdo cuando pensé que estaba embarazada. Recuerdo cuando trajiste a Taylor. Recuerdo esa guerra de cosquillas con Louis. Recuerdo la foto y todo el lío que eso causo. Recuerdo nuestro amor secreto. Recuerdo todas y cada una de las cosas que vivimos aquí. Quiero volver, maldita sea. Quiero volver al paraíso.
-¿A qué cosa, amor? -preguntó el confundido-
-Al paraíso. -replicó ella sonriendo, como si fuera lo más obvio del mundo-
-¿Qué paraíso? -preguntó, más confundido aún-
___________ rió y Elena se revolvió en sus brazos.
-A nuestro paraíso de verano, tonto.