“Ellos no comprenderán que en el rigor del combate tu esperar me salvó. Mas cómo sobreviví, sólo tú y yo lo sabremos, pero tú supiste esperar como nadie esperó.” -Konstantín Símonov
Harry:
Ese día había sido un completo caos para mí, un sábado de terror. La noche anterior había salido con los chicos y me había acostado tarde, pero me había tenido que despertar alrededor de las nueve para atender a una señora que quería venderme bolsas y desde allí ya no pude dormirme más. Me puse a hacer un trabajo para la universidad, pero como mis queridos compañeros dormían, lo abandoné rápidamente. Finalmente, cuando todos despertaron, propusieron ir al centro comercial y comer algo. Acepté, porque estaba aburrido, pero cuando quise ir, la goma de mi auto estaba desinflada y no tenía repuestos. Hasta que fui a comprar un repuesto y la cambié, ya eran las cinco de la tarde y sólo me quedaban ganas de acostarme a dormir hasta ahora, que mi celular sonaba incesantemente. Miré la hora antes de atender, eran las 10:15 de la noche.
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-¿Hola?
-¡Harry! Soy Nathan.
-Hola Nathan. -dije con la voz entrecortada- ¿Qué quieres?
-Es _______________.
Me levanté de un salto y me senté en la cama. -¿Qué le ha pasado?
-Está por tener el bebé.
-¿Qué?
Me levanté, tomé mis jeans, y comencé a ponérmelos.
-Si Harry… luego te explico, estamos de camino al hospital. Ella ya está ahí.
-Vale, estoy saliendo.
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Colgué, me puse la remera y las zapatillas y bajé corriendo las escaleras.
-¡Mama, ____________ tendrá al bebé, ya me voy, si quieres ir ven ahora!
Mi madre apareció desde la cocina y comenzó a asentir. Volvió a la cocina unos minutos y salió luego, tomó una campera y yo las llaves del auto.
Llegamos al hospital en menos de quince minutos. Ya estaban Nathan y Lucas allí y los saludé, pero fui a buscar a Alex, que estaba parada al lado de una puerta blanca.
-Alex, ya llegué.
-¡Harry! -dijo echándome los brazos al cuello- Has venido.
-Claro que he venido, ¿qué pensabas? ¡Voy a ser padre!
Alex sonrió con alegría y suspiro. -Ya ha entrado, hace apenas diez minutos y todavía no me han dicho nada.
-Esperemos un rato más.
-¿Vas a ir a verla antes del parto?
-N-No lo sé…
En eso salió una enfermera y se dirigió a Alex. -¿El padre ha venido?
-Soy yo. -dije antes de que Alex pudiera hablar-
-Su mujer pide a gritos ver a un tal Harry antes del parto, es usted, ¿verdad?
-Sí, soy yo.
La mujer asintió y me hizo señas de que la acompañara. Me dio una bata y un gorrito y, después de ponérmelo, me hizo ingresar a una sala de partos, completamente inmaculada. En el medio se hallaba ______________, ya vestida con la bata del hospital y ubicada para tener al bebé. Al lado de ella estaba Franks, ya vestido también.
-Tiene sólo unos minutos, no podrá presenciar el parto. -me dijo la enfermera-
-¿Por qué?
-El doctor cree que habrá algunas complicaciones, ya que el bebé es bastante grande. Y no quiere que haya nadie más que el personal necesario.
-Saldrá todo bien, ¿verdad?
-Esperamos que sí. Franks está seguro.
Asentí, asustado. En ese momento decidí poner mi vida en las manos de Franks y aceptarlo. Saldría de la sala, pero el bebé y _______________ saldrían a los diez minutos detrás de mí. O correría sangre.
Un grito desgarrador salió de la garganta de _______________ y se retorció un poco en su posición. Luego grito: -¡¿Dónde mierda esta Harry?!
-Aquí estoy. -dije, a apenas un metro de distancia-
-Oh. -dijo girando la cabeza y mirándome. Las lágrimas caían de sus ojos- Harry, tengo miedo.
Avancé hasta ella y tomé sus manos entre las mías. -Todo saldrá bien, ¿vale?
Negó con la cabeza y tragó saliva. -Los escuché.
-Franks sabe lo que hace, todo va a estar bien. Te lo prometo.
Cerró los ojos y sonrió. -Voy a ser madre. -susurró-
-Y yo voy a ser padre. -dije en el mismo tono-
Franks me miro y me hizo una seña, diciéndome que ya era hora. Sólo llegue a darle un beso en la frente y a apretar su mano antes de salir.
Afuera estaban esperándome Alex, Lucas, Nathan, Niall, Zayn, Perrie, Gemma y mi mamá.
-¿Cómo esta? ¿Qué paso? ¿Por qué no te quedaste? -pregunto Alex-
-Dicen que habrá unas complicaciones, porque el bebé es grande. Pero confío en Franks, él sabe lo que hace.
Mi madre intervino, poniéndome la mano en el hombro. -Todo saldrá bien.
-…-
Los minutos pasaban eternos, tanto que parecían horas. Me hacía sentado al lado de la puerta blanca, esperando que alguien saliera a decirme que ya podíamos irnos los tres a casa. Estaba desesperándome; ya había pasado una hora. Estuve a punto de entrar, juro que lo iba a hacer, pero Alex me detuvo. La sala de espera era un lío de gente, ya estábamos todos. Tenía sueño, estaba cansado, quería ver a ________________ y al bebé y estaba preocupado.
Hasta que escuché un grito doloroso, seguido del llanto de un bebé. De mí bebe. Había nacido.