EL FINAL DE TODO (Camren Fanfic)

19

El tiempo parecía haberse detenido; Lauren y Camila se miraban la una a la otra con adoración. Escucharon por los altavoces la voz del piloto dando la bienvenida e indicando que estaban a punto de despegar, las azafatas se acercaron a ellas y les pidieron sentarse y abrocharse sus cinturones tomando todo el protocolo de seguridad del viajero. Mientras el avión comenzaba a avanzar ambas sentían demasiada ansiedad. Sus corazones latían a mil por hora como acelerando al mismo ritmo del avión. Lauren volteaba hacia atrás de vez en cuando buscando a Camila, ella sonreía tiernamente. Lauren pensó que si por alguna mala obra del destino ese avión llegara a estrellarse moriría feliz si los ojos y la sonrisa de Camila fuera lo último que viera. 

Una vez que el avión se estabilizó en el cielo y el piloto anunció la bitácora de vuelo, los pasajeros desabrocharon sus cinturones de seguridad y se pusieron cómodos. Lauren tamborileaba nerviosa los dedos de sus manos en el asiento y movía los pies con ansiedad. Sabía que no podía simplemente pararse e ir hasta el lugar donde estaba sentada Camila, sin llamar la atención de los pasajeros, no quería que en el avión hubiera alguna Camrenshipper encubierta lista para tomar fotografías y distribuirlas por todo el internet. Los años en este ambiente y la experiencia le habían enseñado que los Fans eran algo locos y principalmente las Camrenshippers, más astutas y hábiles que el más inteligente agente de la CIA o del FBI. Un paso en falso y sabía que estaría creando un verdadero caos.

Camila estaba ansiosa, muchas preguntas pasaban por su mente. Pero en ese momento todo lo que quería hacer era correr a abrazar y besar a Lauren. La vio girar su cabeza buscándola, así que hizo lo que regularmente hacía en cada interacción pública o entrevista: Provocarla. Le encantaba ver cómo Lauren entraba en un estado de ansiedad al provocarla y no poder hacer nada porque estaban frente a las cámaras. Durante mucho tiempo lo hizo y le divertía ver que Lauren era incapaz de disimular, cosa que fue en su mayoría la razón por la que la gente comenzó a deducir que entre ellas había algo más que simple amistad.

Lauren se estiró y vio a Camila sonreír y morderse el labio inferior provocativamente levantando una ceja. Volteó de nuevo al frente, respiró profundo y se acomodó en su asiento. 

 —¡Maldito infierno!  — Exclamó en voz baja, pero la mujer religiosa que estaba sentada a su lado la alcanzó a escuchar reaccionando horrorizada. De inmediato, se persignó y continuó leyendo la biblia.

—Lo siento.   —Dijo Lauren sonrojada.

Pasaron los minutos que parecieron horas y Lauren no se atrevía a mirarla de nuevo sólo de pensar que Camila estaría disfrutando de provocarla en público como siempre lo hacía. Estaba a punto de dejarse vencer por la tentación de voltear hacia donde estaba sentada cuando la vio pasar a su lado caminando, sus miradas se cruzaron. Camila la vio seductoramente y volvió a morderse el labio. Luego entró al baño.

¡Madre de Dios!  —Exclamó esta vez y la religiosa la miró complacida. Lauren le sonrió. Tardó un par de minutos en pensar qué debía hacer para poder escabullirse al baño con ella y la "ayuda divina" llegó en ese momento. El niño que iba con la anciana comenzó a toser escandalosamente y la abuela entró en pánico llamando la atención de pasajeros y azafatas que de inmediato corrieron a auxiliar al niño que al parecer se había atragantado con un caramelo. Lauren aprovechó la confusión para levantarse e ir al baño donde estaba Camila.

 —Camila... Camila, soy yo. Ábreme.  — Dijo en voz baja mirando nerviosa alrededor asegurándose de que nadie la viera, la puerta del baño se abrió de pronto y las manos de Camila la arrastraron hacia adentro, asegurando la puerta. De inmediato sintió los ansiosos labios de Camila sobre los suyos en un beso apasionado. Para Lauren esos labios eran su hogar, se sentía en casa disfrutando del efecto narcotizante que provocaban. La tomó de la cintura y la empujó hacia ella apretando su cuerpo, sus manos recorrían su cuerpo como si estuviera asegurándose de que fuera real. El lugar era bastante incómodo y poco apropiado. Se separaron un poco respirando con dificultad.