EL FINAL DE TODO (Camren Fanfic)

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Sofía tapaba sus oídos con la almohada al escuchar los gritos de sus padres, ellos solían discutir en ocasiones, pero siempre trataban de hacerlo con la mayor calma posible. A veces, la discusión se salía de control y llegaban a los gritos; sólo a eso, jamás había golpes. Pero después todo se solucionaba y arreglaban sus diferencias, regresando a la tranquilidad. Cuando Camila y Sofía eran pequeñas y sus padres peleaban, ellas acostumbraban a encerrarse juntas en una habitación y esperaban a que todo pasara, Camila le explicaba a su hermana que las discusiones eran comunes entre las personas, sobre todo adultas porque no todos podían pensar igual y había diferencias, pero cuando se llegaba a un acuerdo las cosas se solucionaban. Así podía explicarle el por qué discutían sus padres, ante todo, ellos se amaban y discutir era parte de la vida en familia, como cuando ellas peleaban por un dulce o por ir sentadas junto a papá en el asiento del copiloto de su automóvil. 

Pero en esta ocasión ya no estaba su hermana para consolarla, estaba sola en su habitación llorando desconsoladamente y sumamente asustada. Sólo alcanzaba a escuchar algunas palabras que no lograba comprender; cosas como: "Camila tomó una mala decisión..." , "Lauren es una muchacha inestable...", "Ambas están muy jóvenes para estar casadas...", "La vida matrimonial no es un juego...", "Hay que anular ese matrimonio de inmediato; Camila está echando a perder su vida y su carrera al casarse con Lauren..." "¿Por qué no la aconsejaste cuando debiste hacerlo, eres su madre, por eso debiste acercarte a ella, saber qué pensaba o qué sentía...." "¡Basta! no me culpes a mi. Tampoco podía estar encima de ella, necesitaba su espacio, creí que su relación con Lauren era sólo una etapa que superaría con el tiempo...." 

"¿Camila casada con Lauren?", eso es lo que no comprendía. Hasta donde su escasos nueve años le permitían comprender, lo común era que un hombre se casara con una mujer, formaran una familia y tuvieran hijos. Ella había sabido que a Lauren le gustaban las mujeres, pero no entendía de qué manera, en su mente eso era tal vez  sólo una gran admiración. Lo que sí le quedaba claro era que a su hermana le gustaban los hombres, incluso tuvo un novio, llamado Austin. Además, Camila siempre había dicho que Lauren era su amiga especial, nada más. Entonces ¿Qué era eso por lo que discutían sus padres? Ella seguía teniendo miedo, así que hizo lo primero que se le ocurrió; llamar a su hermana para que aclarara las cosas y sus padres dejaran de pelear. 

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Lauren no tardó demasiado en decidir lo que tenía que hacer, desvió la llamada entrante de Birdy al buzón de voz y corrió detrás de su esposa. Camila iba a paso veloz por el pasillo rumbo al elevador. Escuchaba detrás de ella a Lauren llamándola. 

 —¡Camz! ¡Camila, espera!  — Gritaba Lauren con desesperación ante el caso omiso de Camila. Llegó hasta las puertas del elevador y se detuvo junto a ella, quien permanecía de pie con los brazos cruzados esperando a que las puertas se abrieran.

 — ¿No tenías una llamada importante qué responder? — Dijo en tono serio y evidentemente celosa, haciendo sonreír a Lauren.

 —¿Por qué te pones celosa?, sabes que Birdy es mi amiga.

 —Si, pero te gusta.

  Lauren se río. —¿Qué te hace pensar eso?

 —La cara que pusiste cuando viste que te estaba llamando. Sonreíste como idiota.

—Camz, la única que logra hacerme sonreír como idiota, eres tú. 

 Las puertas del elevador se abrieron y ambas entraron. Camila seguía seria. Lauren atribuyó su estado de ánimo a una acumulación de emociones: la precipitada boda , la discusión con sus padres, la angustia de Sofía y un evidente mal entendido que la hace pensar que ella tiene un interés especial en Birdy. Decidió darle su espacio y esperar a que se calmara. Camila no era como ella, no explotaba con facilidad, ella era noble, demasiado noble a decir verdad y sumamente sensible. Por eso la amaba tanto, era su contraparte, su equilibrio, su paz. Se acercó cautelosamente a ella sin molestar demasiado, rosó levemente su mano con la mano izquierda de Camila y poco a poco fue acariciándola, sonrió al ver que Camila suspiraba y cerraba los ojos. Entonces sabía que podía acercarse un poco más y lentamente pasó sus brazos por la cintura de su esposa y la acercó a ella, recargó su frente en su cabeza.