EPÍLOGO

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QATAR, ARABIA... DIEZ AÑOS DESPUÉS

En la Cumbre de países del medio oriente, se estaba llevando a cabo un acto sumamente importante; los líderes políticos de las naciones del Mundo Árabe se reunirían para firmar un acuerdo de paz. Algunos países aún se encontraban en conflicto, pero habían acordado un cese al fuego y una tregua para realizar negociaciones. 

Varios mandatarios de diferentes países, líderes religiosos y  funcionarios de la ONU, así como diferentes medios de comunicación, se encontraban presentes en la reunión llevada a cabo en Qatar, siendo testigos de la firma de este histórico tratado. La Doctora en Derechos Humanos, Lauren Jauregui, como Funcionaria de la ONU en dicha materia acudió al evento, estaba entre las decenas de personalidades, sentada al lado de la activista Malala Yousafzai quien sonreía complacida.

—Es un día muy importante, hoy se firma un acuerdo que evitará que continúen las muertes de millones de inocentes y traerá paz a las naciones.   

—Definitivamente, Lauren. Sólo esperemos que el hombre no siga destruyéndose a sí mismo y respete este acuerdo. 

 —Confío en que así sea.  

Las activistas caminaron rumbo a la salida del gran salón del edificio donde se estaba llevando a cabo el evento, el cual acababa de declararse concluido. Entre los líderes religiosos asistentes, se encontraba nada más y nada menos que el décimo quinto Dalai Lama, una mujer. Sí, a penas unos años antes, tras la muerte del décimo cuarto Dalai Lama, los monjes tibetanos revelaron el paradero de su reencarnación determinando que, según las señales y pruebas obtenidas, se trataba de una mujer, tal y como el anterior Lama lo había insinuado. La Dalai Lama era un joven que no superaba los veinte años, pero su inteligencia y sabiduría parecían las de una anciana de ochenta.  

  —Malala, me gustaría que asistieras a la presentación de mi segundo libro, será la próxima semana en Nueva York. —comentó Lauren a las puertas del gran salón antes de despedirse.

 —Me encantaría, haré un espacio en mi agenda. ¿Cómo están tu esposa y tu hija?

  —Oh, ellas están muy bien. Camila acaba de terminar una gira mundial de promoción de su octavo álbum y está por festejar diez años de exitosa carrera como solista. Está muy feliz.  En cuanto a Luna Michelle, ella es un ángel,  de hecho le prometí que estaría presente en su festival escolar, así que debo tomar un vuelo en un par de horas y espero que no se retrace. 

 —Me da  mucho gusto que se encuentren bien, dales mis saludos.  —Malala tomó la manos de Lauren y las sostuvo— . Espero verte pronto, mi querida Lauren.  

 —Hasta pronto, Malala. 

La activista, alguna vez ganadora del Premio Nobel de la Paz, se alejó con paso lento seguida de sus inseparables guardaespaldas. Lauren sonrió y estaba a punto de retirarse también del lugar para ir al aeropuerto, pero no quiso hacerlo sin antes hablar con alguien a quien ella admiraba mucho.

 —Arthur ¿Podría esperarme un momento aquí?  —Le dijo a su guardaespaldas, un fornido hombre de aspecto intimidante.  

 —¿No sería mejor que la acompañe, Doctora?

—No es necesario, sólo espere aquí. 

El hombre asintió y Lauren volvió a entrar al gran salón que aún se encontraba ocupado con varias personas que platicaban entre sí. Vio a los líderes musulmanes sonreír ante el éxito de las negociaciones. Lauren siguió caminando entre la gente hasta acercarse a su objetivo, al estar frente a la persona que buscaba y, siguiendo el protocolo, puso su mano derecha sobre su pecho y realizó una reverencia. 

EL FINAL DE TODO (Camren Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora