[06]

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—No puedo —le digo luego de unos segundos callada—. Mañana estaré muy ocupada y no podré ni salir de casa.

—¿Segura? —Pregunta dudando.

—Sí.

—Bien, entonces será otro día.

Yoongi asiente y entra al coche, lo enciende y espero a que desaparezca en la esquina para caminar a mi puerta.

Entro a mi casa, está todo oscuro por lo que supongo que mi padre duerme. Subo hasta mi habitación, cuelgo la chaqueta de Yoongi a un lado del espejo, me pongo la pijama, me desmaquillo y cepillo mis dientes para entrar a la cama.

Miro mi teléfono con la esperanza de recibir una llamada de Jimin, pero no. Ni siquiera sabe mi número ni yo el suyo.

Genial.

—No son ni las once de la noche, maldito Jimin —le digo a mi celular.

Reniego por un buen rato hasta que el cansancio me gana y termino por quedarme dormida.

Al día siguiente me despierta el delicioso aroma del desayuno.
Bajo las escaleras medio dormida y miro a mi padre en la cocina.

—Buenos días —lo saludo.

—Buenos días —me dice sonriendo—. Preparé pancakes, ¿tienes hambre?

—Siempre —respondo.

—Bien, toma un plato y saca el jugo o la leche de la nevera.

Lo obedezco. Saco la leche del refrigerador y también una manzana para comerla.

—Es muy temprano, deberías descansar al menos los fines de semana —le digo.

—No pasa nada, Hana. Estoy bien.

—Pero...

Me quedo callada cuando escucho que alguien llama a la puerta, me pongo de pie para ir a abrir y me quedo helada ante lo que veo.

—Jimin —digo sorprendida de verlo parado afuera de mi casa—. ¡Jimin!

Cierro la puerta de inmediato y me recargo de espaldas en ella.
Mi cara está hinchada, ando en pijama y despeinada. No es que arreglada me vea mucho mejor, pero siento una pena horrible.

—Hana —vuelve a tocar—. Abre, por favor. Quiero decirte algo antes de ir al trabajo.

—No voy a abrir —le digo segura.

—Bien, entonces escucha. Lo siento, perdón por haberte dejado ayer.

—Bien, ya te escuché. Ya puedes irte.

—Hana, hoy salgo a las cinco —dice como si le hubiera preguntado.

—¿Y?

—¿Quieres salir conmigo?

—No —respondo sin dudar.

—Paso por ti a las cinco y media.

—Dije que no —le repito.

—Te veo al rato —habla, ignorando lo que le había dicho.

Escucho sus pasos alejarse y después de un rato entro a la cocina nuevamente.

—¿Todo bien? —Me pregunta mi papá.

Obviamente escuchó todo.

—Sí.

—Entonces come.

No dudo ni un minuto y me siento para comenzar a devorar todo.

Luego de desayunar subo a mi habitación. Me meto a la cama y comienzo a escuchar música por un buen rato. Luego de darme un baño bajo a la sala a ver tele. No hay nada interesante así que sólo cambio de canal en canal hasta que me decido a apagar la televisión.

Dark Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora