[03]

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Entro a mi casa luego de unos minutos parada en la puerta luego de que Jimin se marchara.
Mi padre aún no llega así que subo a mi habitación y me acuesto en mi cama para descansar.

Me coloco mis audífonos y pongo música en el reproductor de mi celular.
La música me relaja.
La música es buena para todo.

En el marco de la puerta veo una sombra negra, es algo borrosa, pero parece la sombra de una persona mirándome.
De pronto siento que me caigo de la cama y por reflejo abro los ojos espantada.

—Hana, la cena está lista —Mi padre está a mi lado golpeando levemente mi hombro.

Miro el pequeño reloj junto a mi cama; 9 de la noche.

—¿Tanto tiempo dormí?

—¿Te está yendo mal en las clases? ¿Es muy pesado? —Pregunta mi padre algo preocupado.

—No, nada de eso papá. No por ahora. Hay que ir a cenar, me muero de hambre.

Bajamos a la cocina. Mi papá ya tiene la mesa lista, como de costumbre.
Nunca me molesta para nada y hace las cosas que fácilmente podría hacer yo.

—Pudiste haberme despertado para ayudarte.

—Cállate y siéntate —me ordena.

Tomo asiento y después llega con la comida.
Mientras cenamos, platicamos unas cosas de padre e hija. Nada fuera de lo común.

—Gracias por la cena —le digo.

—¿Ya terminaste? —Mira con asombro mi plato y luego a mí—. Aún te queda comida.

—Ya estoy llena.

—¿Qué te pasa últimamente? Estás comiendo muy poco, es extraño en ti.

—Lo dices como si fuera una tragona compulsiva —alzo la mano para callarlo cuando lo veo con toda la intención de decir "como si no lo fueras"—. No digas nada.

—No digo nada.

Me pongo de pie para retirar mis cubiertos y espero a que él termine su cena para lavar los platos, como todas las noches. Lo miro cansado así que me ofrezco a sacar la basura.
Él asiente con pesadez y sube a su habitación después de despedirse.

Cierro la la gran bolsa negra y salgo a la calle. El camión de la basura pasa por aquí una vez a la semana y siempre tenemos que cargar una tonelada de basura a la esquina.

Son más de las diez de la noche y no hay nadie en la calle, no soy de las que le temen a todo, pero esta es una de las escenas en las que aparece el asesino en las películas.

Con algo de dificultad llego a la esquina y al estar junto al contenedor me sostengo de mis rodillas para cargar energías y levantar la gran bolsa.

—¿Qué llevas ahí? ¿Un muerto?

Su voz me hace exaltar y pego un pequeño brinquito llevándome una mano al corazón para después verlo.

Yoongi.

—¿Te asusté? —Pregunta algo burlón.

—No. Así me comporto a esta hora, debe ser la luna llena.

No ríe. Sé que mi comentario no fue nada gracioso, pero no esperaba que no reaccionara de ninguna manera.

Yoongi toma la bolsa con una sola mano y la mete al contenedor con facilidad.

—Oh... gracias —le digo y lo miro detenidamente por unos segundos.

—¿Qué? ¿Te gusto?

—¿Eh? ¿A mí? Pffff... Claro que no.

Dark Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora