[08]

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En ningún momento quito la vista de sus ojos. No los cierro, pareciera que ni respiro, simplemente no puedo reaccionar a su acto.

Cuando Yoongi se aparta de mí, quita de mi boca su dedo pulgar que separó nuestros labios durante nuestro supuesto beso.

—Hana —me llama Jimin detrás de mí.

Me imagino que enojado, porque no le presto atención para nada, sigo viendo a Yoongi fijamente.

—Me voy —dice Yoongi, así nada más.

Da media vuelta y nos deja solos en aquel árbol.

—¿Qué fue eso? —Comienza a renegar Jimin. Me toma del brazo y caminamos hasta una banca y me sienta—. Hana...

—Él él me besó —hablo con toda la intención de explicar lo sucedido y defenderme.

Aunque en verdad no había sido un beso, pero eso no quitaba el hecho de que me sentía algo extraña, con una sensación indescriptible en mis labios, los cuales ni siquiera habían sido tocados por los de Yoongi.

—¿Y lo dices así de simple? Hana, te dije que no te quiero a su lado.

Jimin comienza a hablar un sinfín de cosas, no pongo mucha atención, pues sigo pensando en el "beso", pero estoy segura que sigue diciendo lo mismo; "mantente alejada de Min Yoongi".

Como Yoongi había dicho, Jimin sentía celos —o algo así— y, si no eran celos, pues al menos recibía atención de su parte.

—¿Me estás oyendo? —Pregunta casi gritando.

—No —le respondo.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué dejaste que te besara?

—Eso, no te importa.

Me pongo de pie y Jimin me toma del brazo.

—Sí me importa, me importa mucho.

—¿Y por qué? —Grito ya harta de repetir esa pregunta sin respuesta.

Lo miro a los ojos y él ni siquiera me sostiene la mirada.

—Porque, yo...

—Ni siquiera puedes decirlo —digo al notar que sólo alarga su última palabra—. Pero descuida, creo que ya sé lo suficiente.

Al final de cuentas, Yoongi no estaba tan equivocado. Jimin es un tonto y no le intereso. Al menos no como él a mí.

Me doy media vuelta y camino rumbo a la biblioteca. Tomo asiento y abro el libro que llevaba en la mano para leerlo y comenzar con mi trabajo.

—¿Por qué me pasan estas cosas? —Me pregunto a mí misma en voz baja mirando el libro.

Podría decirse que Jimin es el único chico que me interesa desde mi fracaso amoroso, qué genial. No podría irme mejor.

La campana suena y me hace salir de mi mente al escucharla.
No había hecho nada en la hora y ni siquiera leí la primer página.

Me levanto y salgo de la biblioteca. Quedaban dos clases más, pero me fui casa con la escusa de que me sentía mal.
Aunque sí, en verdad me siento mal, pero el mal de amores nunca fue una razón válida para saltarse las clases. Por eso mentí, un malestar estomacal resulta más creíble.

Al llegar a casa subo a mi habitación para ponerme una ropa más cómoda y bajar rápidamente a la cocina.

¿Que cuando te enamoras pierdes el apetito? Já, por favor.
Es es la mentira más ridícula que me han contado.
Hasta "Santa" es más real que eso.

Dark Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora