—¿Feliz? —Le pregunto a Jimin al tomar asiento en el césped.
Tiene una sonrisa de satisfacción y algo de ironía al mismo tiempo.
—Sí —me responde.
—¿Por qué me trajiste hasta aquí? —Le reclamo.
Anteriormente, luego de las últimas palabras de Yoongi, Jimin me tomó del brazo y prácticamente me arrastró hasta aquí, sin dejar hablar a Min, sin dejar que yo supiera la historia.
—Créeme, nada de lo que él pueda decirte te servirá de algo —dice con seguridad.
—¿Por qué? —Cuestiono al instante.
—Porque no te dirá nada que sea verdad.
—¿Me estás diciendo que Yoongi es un mentiroso?
—Sí.
—No lo creo —me cruzo de brazos, entrecerrando los ojos—, Yoongi parece buena persona y no creo que él...
—¡No lo defiendas! —Jimin se pone de pie y yo hago lo mismo—. ¿Tanto te importa ese tonto?
—¿Y qué si me importa? —Hablo con el mismo tono de voz que él.
Jimin me abraza con fuerza, descontrolando mi interior e invadiendo mi cabeza de pensamientos absurdos.
—No digas eso. Él no debe importarte en lo más mínimo.
—¿Por qué? —Pregunto con voz casi inaudible.
Jimin me suelta pero toma mi rostro entres su manos y lo miro fijamente a los ojos.
—Sólo debo importarte yo, ¿está claro?
—¿Por qué? —Insisto.
—Porque sí.
¿Qué mosca le picó? ¿De dónde sacó tanta arrogancia?
Decirme que sólo me puede importar él, me parece algo absurdo.Aunque, no es del todo falso.
—Jimin, ¿por qué me siento así contigo?
Jimin me hace sentir de tantas maneras en un instante. Feliz, triste, molesta, furiosa. Siento que no sé nada de él, pero siento que lo conozco de todo.
Qué estupidez, estoy divagando.
Me pellizca una de mis mejillas y me sonríe.
—Me voy. Te veo luego —se levanta y me deja ahí sola.
No entiendo qué le pasa. Cuando me abrazó me sentí totalmente bien, cómoda, feliz. Y cuando lo vi a los ojos... fue como si le hubiese permitido entrar en mis pensamientos.
¡Qué clase de brujería es esta!
—Hola —me saluda una rubia bonita.
No sé en cuál, pero estoy casi segura de que la he visto en alguna de mis clases. Es la típica chica popular y sus dos secuaces, que se quedaron atrás de ella en todo momento.
—¿Hola? —Le digo dudando si es a mí a quien saluda.
—Esto es para ti —extiende su mano con un papel color rosa y lo tomo para leerlo—. Es una invitación, el fin de semana haré una fiesta y será grandiosa, ojalá puedas ir —me sonríe mostrando esos bonitos dientes que seguramente pagó su padre.
—¿Me estás invitando a mí? —Le pregunto irónica.
—Sí, ¿algún problema?
—Leí Carrie, así que, no gracias.

ESTÁS LEYENDO
Dark Paradise.
FanfictionEn el destino está sellado con sangre que Ángeles y Demonios son enemigos naturales. Cada uno se rige bajo sus normas y pelean por sus causas. Defienden con su vida sus leyes y las respetan con devoción ante todo. Pero hay una ley que ambos están di...