Dark Paradise.

[29]

Querido diario.

Hoy es el quinto día en el que no sé nada de él. ¿Estará bien? ¿Le habrá pasado algo? Estoy sumamente angustiada y...

Sujeto la pluma con fuerza y comienzo a rayonear la hoja del cuaderno para terminar lanzándolo al piso hasta donde me alcanza la mano.

Grito frustrada y despeino mi cabello molesta.

No he sabido nada de Yoongi en cinco días. ¡Cinco!

¿Es normal?

¿Son problemas de pareja?

¿Problemas de Demonio-Humana?

No sé qué está pasando con Yoongi y estoy muy molesta y preocupada.

Odio esto.

—¿Sabes algo de él? —Le insisto a Jimin ya en los pasillos de la universidad.

—No Hana, ya te dije que no sé nada de él.

—Pero es que... —Digo alzando las manos—. No lo entiendo. No es normal, no es, no es... ¡Ah!

Como ya es costumbre, no pongo nada de atención a las clases.
Me disculpo con Choi y con el profesor Yoon, y le digo que no podré ayudarle más con las asesorías. También me retiro —luego una sola asistencia— del club de música.

No tengo cabeza para nada.

Me aburro en todos lados y creo que la soledad me está afectando cada vez más. Mi padre siempre llega tarde a casa, ya que, aunque sigue algo lastimado, hace un par de días volvió a su trabajo. Le advertí que debe guardar reposo así que le pedí, de manera amenazante, que al menos no haga nada fuera de su oficina por unas semanas.

Luego de alimentar a Min, subo a mi habitación para encerrarme otro día entero.

Mi celular suena notificando un nuevo mensaje y lo tomo.

—No tengo este número —me digo a mí misma al ver la pantalla, sin embargo, lo abro.

[Te veo a las seis en el café donde trabaja Park.

Yoongi.]

¿En serio Min Yoongi? ¡Un simple mensaje!

Molesta y toda la cosa, me meto a bañar para estar lista a esa hora.

Agendo el número con su nombre y lo llamo varias veces luego de salir de mi casa, pero ni siquiera suena.

—Buenas tardes —saludo a la señora Lee y a Jimin—. Hola.

—¿Qué haces aquí? —Me pregunta él.

—Vine a ver a Yoongi —le respondo.

—¿Al fin sabes algo de él?

—Algo así —digo mordiendo mis labios—. Me citó aquí.

—¿Aquí? Es absurdo, ¿por qué lo haría?

—Pues no lo sé, pero voy a esperarlo.

☁

Cinco. ¡Llevo cinco tazas de café!

¿Que no piensa venir?

—Hana —me llama Jimin al pararse frente a mí—, son casi las siete, no creo que...