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Regreso a casa sola después de clases.
Mi papá aún no llega así que subo a mi habitación directamente, ni siquiera miro hacia la cocina en el camino.

Al subir las escaleras alguien llama a la puerta y me regreso molesta a abrir.

—¿Quién...? Oh —Me quedo callada al instante al ver que no hay nadie del otro lado de la puerta.

La cierro nuevamente y al girar pego un grito al ver un cuerpo frente a mí.

—¿Te asuste?

—¡Yoongi! —Le doy un golpe en el pecho y suspiro molesta—. Voy a morir de un susto por tu culpa.

—Lo siento —me dice con una sonrisa en su rostro—. Pero debo aparecer así, no puedo entrar a tu casa debido a la regla de tu padre.

—Tienes razón. Me mataría si alguien le cuenta que vio a un chico entrar a la casa.

Yoongi avanza hacia mí, me toma de la cadera y me pega con brusquedad a su cuerpo. Su rostro a escasos centímetros de distancia del mió me pone nerviosa.

—¿Qué hacias? —Pregunta Yoongi casi sobre mis labios.

—Iba... yo iba a mi habitación.

—Te acompaño —me dice sin soltarme.

Sonrío al escucharlo y trato de soltarme, pero su fuerza claramente es más que la mía.

—Yoongi...

—Bien —me suelta y se hace a un lado.

Le sonrío y avanzo hacia las escaleras.
Al pasar a su lado, lo tomo de la mano y lo hago subir las escaleras conmigo.

Al entrar a mi habitación Yoongi cierra la puerta y yo lo guío hacia mi cama sin soltarlo de la mano.

Lo tomo del cuello y comienzo a besar sus labios, suave y lentamente.

—¿Qué haces Hana?

—Tú sabes —le respondo negando con la cabeza.

—No.

—Sí Yoongi.

Yoongi me sujeta de las muñecas y me separa de él mirándome fijamente.
Me besa, de una manera más intensa y me tumba sobre la cama de una manera brusca.

Su mirada pierde brillo, sus ojos se ponen oscuros y se sube a horcajadas sobre mí.

Toma mi blusa con desespero y levanto los brazos para ayudarlo a quitármela.
De inmediato se va sobre mi cuello y comienza a besarme despacio, hasta llegar a mi hombro mientras yo me retuerzo debajo de él.

Le quito su camisa y comienzo a desabrochar su pantalón.

Yoongi sonríe y me besa robándome el aliento en un instante.
Lo abrazo del cuello mientras él comienza a recorrer mi cuerpo con sus manos y cierro los ojos.

—Hana, Hana... —Escucho casi en un susurro—. ¡Hana!

Abro los ojos de inmediato y me siento sobre mi cama.

—Tu alarma sonó hace como veinte minutos, se te hará tarde —me dice mi padre y sale de mi habitación.

¡Maldición!

Sacudo mi cabello desesperada y ahogo un grito con mi almohada.

Me pongo de pie para alistarme lo más rápido posible y luego bajo a desayunar.

Durante todo el día no pude sacar ese sueño de mi mente y por fortuna no vi a Yoongi, me hubiera sentido incómoda.

Pero tampoco vi a Jimin y eso me preocupaba un poco.

Dark Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora