— Estas dejando que el tiempo pase — Aquella bruja miro al otro lado de la mesa, viendo como cortaba con calma la carne que había en su plato.
— Necesito tiempo para lo que quiero hacer — Respondió volviendo a su tarea, ya que había parado unos segundos para verla, terminando de cortar para entrar aquel pedazo a su boca.
Estaba nuevamente donde la bruja, buscando respuestas. Para acabar con aquella licántropo, que desde que la vio, sabia que reconocería aquellos ojos verdes.
— ¿Y que exactamente piensas hacer?, esperar a que ella acabe contigo, me tienes a mi y tus mascotas pero recuerda, que ella tiene a un ángel y a Joanne, no olvidemos que también tiene a otro de su especie a su lado. Es cierto que esta ell- — Le recordaba aquella bruja vestida de gris cuando fue interrumpida.
Apretó su mandíbula al escucharla. Maldiciendo por sus adentros por el descuido, por dejarse llevar y pensar que había acabado con todos.
— Su confianza, Eva. No iré a casa y la agarrare, le pondré el collar y terminare con su vida, no soy idiota. Tiempo al tiempo, hay algo que pasas por alto.
Eva le miro sin entender.
— A encontrado a su Mate y se muy bien quien es — Bajo su mirada a la copa por mitad de vino tinto — Lo usare a mi favor — Susurro con su mirada perdida en el liquido.
-ø-ø-
Los escuchaba perfectamente. Como discutían, bueno, como Lorcan trataba de discutir pero Camila le respondía de forma tranquila. Habíamos llegado hace aproximadamente una hora, ella decidió subir sin decir una sola palabra y yo decidí ir al patio trasero haciendo lo mismo.
Me he dado cuenta por que le gusta tanto a la castaña, esta bastante apartado, en el lugar perfecto, donde sientes la brisa pero sobre todo, si hace sol, da en el punto exacto.
En estos momentos estaba oscuro pero aquellas luces, situadas estratégicamente alrededor del lugar mantenían ''El santuario'' de la morena perfectamente tranquilo y pacifico. Veía atentamente como el agua del lago se movía con la brisa que hacia en esos momento, mi vista en el agua pero mis oídos en la casa.
Lorcan había llegado no más de hace veinte minutos, me he dado cuenta, con el tiempo, que es bastante raro verlo alrededor de la casa pero cuando esta, dedica su tiempo a Camila. Con excepción de ahora, que había llegado y volvía a irse y aunque me doliese admitirlo, el tono de decepción que pude distinguir en la voz de la castaña cuando dijo que no había problema, me hizo cerrar los ojos y tomar aire mientras mis hombros caían.
Esto de tener el amor de tu vida, se volvía cansado.
Aunque ella haya dicho que no hay problema, luego pidió razones por las cuales volvía a irse, y el simplemente dijo que tenia asuntos que resolver respecto a algo bastante importante y que no se preocupara, que volvería lo antes posible pero que la tendría en vigilancia.
Hubo un silencio luego de aquello, uno bastante largo. No sabia de a que se refería, pero algo me decía que no era bueno. Luego de aquel silencio solo escuche unas pisadas alrededor de la casa y como abrían y cerraban la puerta principal para después un auto ser encendido y el sonido perderse mientras avanzaba.
— Lauren... — Levante mi cabeza al escuchar aquello, era como un susurro, como si alguien se había agachado a mi oído y susurrado mi nombre — Lauren — Volví a escuchar.
Mire alrededor, no encontrando nada.
— Lauren — Me levante de aquella camilla de piedras caminando alrededor buscando la voz — Lauren — Fruncí el ceño al salir del lugar sin encontrar a nadie.
