El aire frío le golpeaba la cara haciendo que frotara sus manos y las llevara a su boca para calentarlas aunque estuvieran cubiertas por guantes. Veía la ciudad poco iluminada y las personas pasar, al igual uno que otro auto. entonces sintió pasos y miro a su derecha encontrándose con aquel rubio algo torpe tomando asiento a su lado.
— ¿Qué haces aquí?, ¿Porqué no estas allá con los demás? — Joanne se encogió de hombros para volver su mirada al frente.
— Me gusta la tranquilidad — Puso su barbilla encima de sus brazos los cuales estaban apoyados en sus rodillas.
Se podía escuchar algunos insectos y animales nocturnos y las hojas ser movidas por el viento.
— Entonces... Mitad demonio, ¿Eh? — Joanne río asintiendo — ¿Como ha sido eso? ¿Tu madre lo vio caminando o qué? — Joanne se restregó un ojo con una de sus manos mientras soltaba un suspiro.
— Mi madre se puso a inventar que es diferente. ¿Sabes cuando te dicen no topes algo o no hagas algo y como quiera lo haces pero lo haces con más gusto porque es ''prohibido''? — Hizo las comillas con sus dedos y el rubio asintió — Bueno, pues ella era joven, en lo que cabe, poderosa y curiosa. Le dijeron que no entrara a un lugar en especifico y no tomara los libros que se encontraban allí. No me preguntes cual ni que lugar porque la verdad, no quiero saber. El punto es que lo hacia cada que podía, se escapaba cogía un libro diferente y expandía su conocimiento y poder — Tomo una pausa mirando a lo lejos — Sin darse cuenta convoco a uno de los ángeles caídos y el amor es para todo el mundo, incluso para los demonios. El se enamoro al igual que ella y esta prohibido para demonios tener hijos a menos que seas un íncubo así que cuando se dieron cuenta de lo que el había hecho, fueron a buscarlo, el escondió a mi madre y enseño el cuerpo muerto de un niño — Frunció el ceño al ver algo brillar a lo lejos — No conocí a mi madre porque murió al darme a luz y tampoco conozco a mi padre por obvias razones. Allyson se hizo cargo de mi y me convirtió en quien soy hoy en día.
— ¿Cómo sabes todo eso? — Ella apunto su sien con su dedo indice.
— Recuerdos, tengo recuerdos pero los llamo pesadillas ya que duelen como la mierda — Volvió a fruncir el ceño mirando al frente.
— ¿Cómo se llama tu padre? — Ella se levanto aun mirando al frente.
— Mefisto — Susurro y abrió los ojos al ver lo que era — Escúchame corre dentro de casa y dile que es luna llena — Escucho los aullidos — ¡Ahora Niko! — Apunto a la casa y lo tiro por el borde.
Y antes de que pudiera voltearse para atacar fue agarrada del tobillo y halada.
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— ¿Qué me puedes decir de tu hermana? — Hablo el ojiazul viendo la luna llena desde la ventana y con una sonrisa.
— ¿Qué hermana? — Dijo la ojiverde desde aquella cama dandole una calada al cigarro entre sus dedos.
— Joanne, Eva. ¿Qué me puedes decir de ella?, como demonios no murió y que carajos es porque es invencible — Volvió a decir sin despegar su vista de la ventana y escucho la risa de la bruja.
— Oh cariño, Joanne ya no es invencible. Nadie sabe que su padre es uno de los demonios mayores, solo ella, Ally y yo. El señor del odio, el encargado de capturar las almas o eso dicen. Inteligente y calculador. Desgraciadamente Joanne prefiere el bien que el mal y no sabe controlar el no tan pequeño demonio que vino con ella de fabrica. Por esa razón Ally le ayudo a crear algo para mantenerlo a raya y su efecto secundario es que no puede sanar, vulnerable a cualquier arma, humana o sobrenatural. Pero aquello a ella no le importa, si quieres deshacerte de alguien, sea quien sea, dale donde más le duele — Lorcan la miro con las cejas alzadas — A la persona que ama.
