Aquella rubia abrió sus ojos al sentir alguien frente a ella, encontrándose con ojos esmeraldas y una sonrisa tranquila. Lauren tenia sus manos posadas de forma suave en las rodillas de la ángel, Alessandra le dio una sonrisa mientras acariciaba su cara y veía como la licántropo miraba hacia la bruja para volver su vista a ella.
— ¿Por que no te tomas un descanso y vas donde Camila? — dijo en un pequeño susurro — Llevas un buen tiempo aquí y creo que necesitas un descanso. Yo me encargo de cuidarla, tu sal un poco — Asintió en acuerdo.
Tomo su chaqueta antes de salir y dandole una última mirada al cuerpo herido que descansaba de forma tranquila en aquella cama y luego asintió en dirección a la pelinegra para salir de la habitación.
Lauren miro con cuidado a Joanne la cual se encontraba boca arriba y con sus labios levemente abiertos. La licántropo se deshizo de su chaqueta y remango aquel suéter hasta sus codos para acomodarse en el mueble y cerrar sus ojos para descansar.
El aire frío que entraba por el ventanal abierta hizo que su cuerpo temblara y sus ojos se abrieran. Ojos castaños recorrieron aquella habitación hasta dar con la espalda de la pelinegra encima de aquel mueble.
— Oye — La voz de Joanne inundo la habitación — Oye — Volvió a repetir al ver que no obtenía respuesta — ¡LAUREN! — La ojiverde se sentó de golpe mirando hacia el lugar donde la llamaban — ¿Dónde están las demás?.
— No se, creo que están las tres buscando a alguien — Termino de estirarse y llevando gran parte de su cabello a un lado miro con una sonrisa ladeada a la bruja — ¿Cómo te sientes?
— Me siento bien, mucho mejor en realidad — Trato de acomodarse para recostarse mejor haciendo una pequeña mueca de dolor sintiendo como la pelinegra le ayudaba a recostarse en la cabecera de la cama — ¿Cuanto tiempo tienes aquí?.
— Como unas dos horas, tal vez tres — Se levanto de aquella cama para caminar hacia el sillón que había al lado de la bruja.
Hubo un silencio entre ambas, Lauren se dedicaba a mirar alrededor de la habitación y escuchar a los alrededores de la casa mientras Joanne se dedicada a soltar bufidos cada vez que veía su herida o quería hacer algún movimiento no debido y esta dolía. Entonces la ojiverde soltó un suspiro y le miro.
— ¿Qué le darías a alguien que lo ha visto y experimentado todo? — Al escucharla levanto su cabeza con confusión escrito en sus ojos.
Pero en su boca se formo una ''O'' pequeña al darse cuenta de que hablaba.
— ¿Me imagino que hablas de Camila? — Lauren asintió — No se — Se encogió de hombros — Que la felicites y le hagas un pastel será suficiente, creo que la última vez que la felicitaron fue cuando tenia algunos veinte años o tal vez menos — Volvió a encogerse de hombros — Eso creo yo, porque dime tú, ¿Qué le puedes dar a alguien invencible? y que tiene mas de diez mil años viva — Y la licántropo frunció el ceño — Ven aquí, te contare algo — Le dio unos suaves golpes al espacio vacío al lado de ella — Ustedes, los licántropos, están aquí para matar vampiros pero no EL vampiro que en este caso seria Camila. Ni siquiera tu padre ni tu tío pudieron con ella, y déjame decirte que no, ella no les puso el collar simplemente quiso hacerse cargo de ellos con sus propias manos. Ellos dos contra ella, un espacio abierto, créeme cuando te digo que no has visto la verdadera cara de Camila. Con esto no quiero que vuelvas a odiarla o a tenerle miedo, porque debo serte honesta tu padre y tío eran hijos de puta — Tomo agua del vaso que había al lado de su cama mientras miraba a la ojiverde, la cual estaba pensativa.
— Entonces... ¿Nadie puede matarla? — Joanne negó — ¿Nadie? — La morena se quedo pensando antes de hacer una pequeña mueca y asentir
— Yo podría, en realidad, yo puedo, Alessandra también y ella misma pero no pasara jamás de los jamases. Así que no, nadie puede, ni siquiera Iona. Ahora que lo pienso, tú si puedes matarla de cierta forma pero te matarías a ti en el proceso — Lauren la miro — Vete, déjala y veras como sufre al punto de tal vez matarse ella misma pero también vas a sufrir tú por igual.
