La primera cosa que pudo notar cuando comenzó a despertar fue lo cómoda que era aquella cama en que estaba recostada, lo segundo era que aquel silencio era perturbador pero a la misma vez agradable y lo agradecía, lo menos que quería era un montón de voces hablando al mismo tiempo a su alrededor. Por último el cansancio se había ido, aquello que había hecho había pasado demasiado tiempo. Pero ahora su cuerpo solo dolía, un dolor que podía soportar pero aun así dolía.
Al abrir sus ojos lo primero que vio fue aquella ventana abierta y la luz traspasando el cristal, así que entrecerró sus ojos y subió su mano para poder ver mejor mientras se sentaba en la cama. Bueno, decir que veía unos cuantos arboles no seria suficiente pues si que había bastantes. Llevo sus manos a su pecho al sentir una tela rozar para ver como estaba cubierta por un suéter, fruncido su ceño pues recuerda haber estado sin ropa de la cintura hacia arriba pero de nuevo, no tenia idea de cuanto había durado desmayada.
Sus ojos vagaron por la habitación, dándose cuenta que estaba completamente sola y que aquel lugar de la casa era bastante amplio, solo se encontraba la cama, un mueble para tres personas y un sillón al lado de la cama el cual tenia unos pantalones jeans clásicos. Acaricio su cabeza mientras soltaba un suspiro pues dolía un poco y pudo ver un calzado esperándole al pie de la cama así que sin perder el tiempo termino de cambiarse para salir de allí pero con varias preguntas rondándole la cabeza. ¿Dónde estaban todos?, ¿Dónde estaba ella?.
Abrió un poco sus ojos al ver aquel pasillo largo y con la luz un poco apagada y sin ninguna luz que entrara del bosque que le rodeaba.
— ¿Joanne? — Su voz hizo eco en aquel lugar pero no podía escuchar absolutamente nada pero miro a su lado izquierdo cuando sintió una pequeña brisa venir de allí encontrándose con una mujer bastante hermosa y sus manos tras su espalda — ¿Tú eres? — La mujer sonrío viéndola de arriba hacia abajo.
— Elizabeth — Estiro su mano en forma de saludo y la rubia soltó un pequeño 'Ah' dandole la mano.
— Alessandra, ¿Dónde están las demás? — La mujer a su lado señalo hacia delante dandole a entender que le siguiera — ¿Sabes cuánto dure inconsciente? — La mujer la miro por encima de su hombro de manera rápida antes de volver la vista al frente.
— ¿Desde que llegaste aquí? — Hizo un sonido nasal de afirmación — Una semana — Aquello hizo que parara sus pasos llamando la atención de la mujer frente a ella — ¿Pasa algo?.
— ¿Una semana? — Volvió a preguntar sin creerlo, la vampiro asintió — ¿Qué ha pasado en esa semana? ¿Están todas bien?.
— Bueno, por que no terminamos de llegar y veras — Con eso dicho volvió a caminar.
Mientras se aceraban a una puerta doble más podía escuchar como voces envolvían el lugar, podía diferenciar las voces pero no podía escuchar las dos voces que le interesaban. No podía escuchar la voz de Joanne y mucho menos la de Lauren.
Al abrir aquellas puertas cada una de las mujeres que se encontraban hablando guardaron silencio al ver como entraba la vampiro dando paso a una rubia algo perdida la cual miraba alrededor de la habitación.
Encontrándose con Camila, la cual le dio un asentamiento de cabeza con una sonrisa, Mariann y Normani pero no rastro de las otras dos hasta que una puerta en la esquina fue abierta y ambas mujeres entraron con platos de comida en sus manos mientras reían y fue cuando se detuvieron al no escuchar nada.
Alessandra suspiro con alivio al ver a la bruja mitad demonio, la cual tenia su boca llena de comida y miro alrededor hasta ver la causa del silencio. Como pudo, Joanne trago todo aquello mientras sus ojos brillaban y una sonrisa se formaba en su cara.