Lo que no esperaban ver era aquella castaña fruncir su ceño luego de haber dicho el nombre de su hermana y la rubia pudo ver perfectamente como los ojos de Joanne cambiaban por unos segundos, de completamente negros a su marrón y sin avisar camino a toda velocidad hacia Mariann ambos cuerpos saliendo disparados por la puerta de entrada.
Las demás caminaron a la entrada viendo como ambas hermanas tenia un combate, no de golpes si no más bien de rodar por la hierba. Lauren dio un paso al frente para interferir pero la mano de Alessandra la detuvo, la ojiverde la miro confundida y la rubia negó dandole entender que no debía meterse.
En un momento exacto Joanne abrazo la cintura de su hermana mayor y con una de sus manos aprisiono las manos de Mariann encima de su cabeza preparando su mano libre para darle un puñetazo pero este fue esquivado por la mayor, la cual logro salir de su agarre para abrazar la cabeza de la bruja mitad demonio bajo su brazo viendo con una sonrisa burlona como su única hermana comenzaba a patalear y dar manotazos tratando de pegarle para que la soltara pero fallando en el intento, pues su hermana era mucho más grande que ella.
— Solo hay dos personas en este mundo que pueden con Joanne — Hablo la ángel viendo la escena — Una de ellas soy yo y la otra — Lauren hizo un sonido de que siguiera hablando mientras miraba como la hermana mayor de la castaña le hacia una llave completamente diferente y con facilidad — La otra es Mariann — La señalo viendo como Joanne le costaba darle el más mínimo toque a la bruja.
Alessandra soltó un suspiro y apretó su quijada, en ese momento Camila aclaro su garganta y dio un paso atrás. Lauren y Iona al ver aquello hicieron lo mismo, y la vampiro sonrío y como si no se hubiera movido simplemente dejando el aire frío, en sus manos aparecieron unos lentes oscuros los cuales se ocupo de usar. La licántropo la miro sin entender y volvió su vista al frente.
— ¡BASTA! — La voz de Alessandra se escucho por toda la casa haciéndola temblar un poco y junto a esto un destello dorado que cegó por unos segundos tanto a Iona como a Lauren, las cuales al abrir sus ojos se encontraron con las alas esparcidas de la rubia y veían como las mismas junto a su piel tenia un brillo dorado.
En ese mismo instante ambas mujeres dejaron de luchar y miraron a la rubia, Mariann con cara neutra mientras Joanne le miraba con fascinación. Camila se deshizo de los lentes y miro con una sonrisa a la híbrido la cual tenia su boca levemente abierta por la sorpresa.
— Eso fue genial — Susurro su doppelgänger.
Camila le dio una leves palmadas en el hombro mientras pasaba por su lado.
— Te entiendo, yo también le tengo algo de miedo — Murmuro la vampiro situándose al lado de Lauren.
— Paren de pelear — La voz de la rubia volvió hacer aquella dulce y tranquila melodía que salía de su boca mientras sus alas volvían a esconderse — Mariann y Joanne, están grandes para estar peleando. Terminen ahora y es lo último que diré — Con eso se dio la vuelta y entro a la casa.
Joanne le dio un último empujón a su hermana y se levanto de la hierba para comenzar a caminar hacia la ángel.
Alessandra entro a la habitación dejando la puerta abierta sabiendo que la demonio estaría detrás y miro al techo, encontrando aquel hoyo bastante grande para darse la vuelta al escuchar la puerta cerrarse, encontrándose con Joanne con algo de tierra y hierba en su cuerpo pero en perfectas condiciones físicas como si lo que había pasado hace un par de días no hubiera sucedido.
Camila desapareció por unos segundos para volver con un atuendo completamente diferente, un vestido largo de seda que cubría hasta sus pies, los cuales se encontraban descalzos, con una abertura en su pierna derecha y su cabello cayendo en hondas, camino hacia las dos chicas.
