C : XI

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Hoy era de aquellos días que le encantaban. Era verano en aquella parte del mundo pero los días no se sentían de aquella forma con toda la lluvia y el cielo siempre nublado pero aquel día era la excepción. El sol estaba en su máxima expresión, así que estaba amando con todo su ser la forma en que el color verde del pasto y los arboles se veían en contraste con las flores. Todos las aves estaban fuera y uno que otros animales se encontraban en aquel bosque.

Su cuerpo desnudo se detuvo en el balcón y cerro sus ojos respirando profundo y abriendo su oido.

Una pequeña sonrisa se hizo camino en su boca al oler la tierra mojada, el pasto recién, el olor que emanaban las rosas y las otras flores, el olor del tronco viejo y nuevo.

Escuchar como el agua corría, los corazones latientes en aquel bosque, el canto de los animales mientras algunos se bañaban, aquel peculiar sonido de la hierba al crecer y de las hojas al caer y del viento soplar en su oido.

Amaba la forma en que se sentía los rayos del sol en su piel, el calor correr por su cuerpo y poder sentirse débil, la hacia sentirse un poco más humana pero aquel momento fue interrumpido por un latido en especifico. Aquel que venia de la persona que se encontraba dentro de la habitación, durmiendo.

Dio la vuelta y la vio allí. Lauren estaba durmiendo con las sabanas enredadas en sus piernas, el sol dandole en su piel la hacia brillar como nunca, su cabello negro esparcido en su espalda, el cual se encontraba más largo cada día así le llegaba a la cintura, estaba en aquellas ondas que le encantaba.

Podía oler en lo dulce de aquella sangre corriendo por sus venas, y su corazón bombeando sin parar. Así que no perdió tiempo y camino hacia ella.

Su mano hizo a un lado su cabello dejando al descubierto su espalda perfectamente trabajada, viendo como los lados de esta se inflaban con cada respiración que tomaba. Esta vez ambas manos hicieron camino desde la parte de atrás de su cintura hasta su cuello el cual comenzó a masajear mientras dejaba besos por toda su columna sonriendo a medio camino cuando escucho un suspiro de satisfacción departe de la pelinegra.

Entonces sus labios llegaron aquel cuello con esas venas latientes, sonrió sobre ellas y abrió su boca dejando una suave mordida para luego escuchar la carcajada de la licántropo. Y fue en aquel momento en que sus ojos se abrieron y su cuerpo dio la vuelta para quedar boca arriba.

Así que sin pensarlo la vampiro decidió sentarse, sin restricciones y sin ropa que las estorbaran, encima de su cintura, sonriendo al ver sus verdes ojos somnolientos al igual que su sonrisa algo descuidada.

¿Acabas de morderme? — Camila mordió su labio inferior al escuchar como su voz rasposa y algo grave envolvió la habitación debido a que acababa de despertar.

Pues si — Se encogió de hombros al responderle — Tengo que marcarte de alguna forma, ¿No? — Lauren sonrió llevando ambas manos a su cara para acariciarlas.

Siempre he tenido esta pregunta en mente que te he querido hacer desde hace un tiempo acá — Camila asintió con sus ojos cerrados, dejándose llevar de las caricias que aquella licántropo le daba en su cabello — ¿Cómo te llamas? — La castaña hizo una mueca que hizo reír a la pelinegra.

Camila Grigorov — Lauren rió negando sin importarle que no podía verla pues aun seguía con sus ojos cerrados mientras sus caricias continuaban.

De verdad, eres griega. No creo que Camila haya sido tu nombre de nacimiento así que ¿Cuál es tu nombre real? — Las caricias de ojiverde pararon y deslizo sus manos por sus brazos hasta llegar a su cintura, dejándolas descansar allí.

World Of Monsters || CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora