XVI

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Y fue el sonido del agua cayendo que la hizo abrir sus ojos y ver como la luz de aquella celda tan grande iluminaba cada rincón de esta, dio la vuelta cuando la regadera siendo cerrada se escucho y una voz tarareando una melodía envolvió sus oídos y dio la vuelta en la cama mirando fijamente la puerta de donde salía el sonido hasta que encontró una chica alta de cuerpo esbelto y ojos grises envuelta con una toalla en su cabeza y un camisón en su cuerpo.

Cuando Natasha llevo su vista a la cama para ver si ya la licántropo se había despertado no pudo evitar el sonrojo que envolvió su cara cuando encontró sus ojos mirarla fijamente con la cara llena de confusión.

— Te tratan bastante bien — Ella asintió despacio.

— Dice que tengo que tener todos los lujos posibles, pues no quiere que me sienta incomoda cuando me tocaran grandes cosas. Como te dije, me trata como si fuera de porcelana — Lauren se sentó en la cama y sonrío leve al no sentir dolor en su cuerpo — Tal vez aquí no escuches los gritos pero desde que sales de esta área, son bastante claros — Ella tiro la toalla encima de la cama y miro a la ojiverde — ¿Estas mejor? — Lauren se levanto de la cama caminando hasta quedar frente a ella.

— Mucho mejor — Levanto su camiseta hasta enseñar su abdomen marcado pero liso y la chica de ojos grises subió levemente una de sus manos con la tentación de tocarlo pero trago suave y negó volviéndola a bajar — No marcas. Creo que ya puedo aguantar la otra ronda — Río leve pero callo al ver como la veía.

— No digas eso, créeme que las cosas se ponen peores con el paso del tiempo. No siempre estaba sola, frente a mi había alguien más, era un hombre lobo, creo. Y siempre amanecía mejor, sin ningún rasguño pero volvía mucho peor que antes. Pero uno de sus guardas decidieron torturarlo en luna llena y se salió de control, iba a tumbar mi puerta, vi como lo mataban frente a mis ojos y por esa razón despejo esta área para dejarme a mi sola. No quería que nadie ni nada me hiciera un rasguño. Así que no digas que estas lista para otra ronda cuando se que no dirás eso con el paso de los días.

El tiempo pasaba y aquella humana sentía más alivio al ver que nadie entraba por aquella puerta en busca de la ojiverde, algo dentro de ella se había roto al verla de la forma en que estaba el día anterior. Había perdido la cuenta de cuantos suspiros detenía al ver como la pelinegra la miraba con atención cuando le explicaba cosas del lugar que había visto cuando trataba de escaparse, de la seguridad y el doctor. De que eran monitoreadas por cámaras y la celda no tenia ventanas para que ella no pudiera escaparse, de que no había nada filoso y que de vez en cuando aquel hombre que la estaba torturando pasaba por la celda y le daba un vistazo.

Un poco de su vida y de lo que vivió antes de ser capturada. Fueron aquellos toques que hicieron que la pelinegra se levantara de donde estaba y agarrara aquella chica de la cintura poniéndola detrás de su cuerpo y la castaña no pudo evitar ese pequeño cosquilleo en su cuerpo al sentir el calor que desprendía el cuerpo de la licántropo y tampoco detuvo su cuerpo cuando por inercia busco más de aquello.

— Buenos — Miro el reloj en su muñeca — Días para ambas — Miro el cuerpo de la ojiverde con el ceño fruncido al no ver a la otra chica pero sonrío de lado al ver la fina mano de la castaña agarrando con fuerza la muñeca de la pelinegra — Veo que se están llevando bien — Se acerco — No te preocupes Lauren, no vengo por ella. Vengo por ti — Entonces vio aquellas personas entrando.

Y aunque Natasha apretó su cintura con fuerza para dejarle saber que no se mueva de donde estaba, Lauren agarro sus muñecas quitando el toque suave que tenia en su cadera y camino al encuentro. Preferiría mil veces ir por su cuenta a que todo se volviera peor.

— Discúlpame por esto — Y fue cuando puso aquellos grilletes en sus manos.

Lauren hizo una mueca de dolor cuando sintió aquellos pedazos de metal traspasar su muñeca y camino con un grupo de personas rodeándola mientras el doctor caminaba con sus manos en su espalda y aquella rubia a su lado con cara nula. Miraba todo con cuidado. Todo ella celdas cerradas pero podía oír los gritos y rugidos retumbando en aquellas paredes mientras caminaba por el pasillo hasta llegar a una habitación envuelta por paredes de cristal viendo un cuerpo moreno acostado en a camilla, la cual tenia un cristal separándola de otra.

World Of Monsters || CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora