Todo estaba tranquilo, demasiado tranquilo. Y aquello no le gustaba para nada a la vampiro, aun tenia una decisión que tomar y la verdad es que no quería hacerlo sola así que necesitaba ayuda solo que estaba pensando muy bien en que ayuda debería tener.
Miro por encima de su hombro cuando escucho como entraban aquella parte de la casa, encontrándose con ojos grises y una sonrisa de disculpa. Camila le sonrío a Iona invitándola a entrar con un pequeño movimiento de su muñeca, la híbrido se sentó en uno de los sillones y miro el cuerpo delgado y esbelto recargado del gran ventanal. Con cada segundo que pasaba mirándola se daba cuenta que Camila era preciosa y perfecta al igual que Lauren, no podía negar que ambas mujeres hacían una pareja poderosa y muy apuesta.
— ¿Pasa algo? — La voz de Camila hizo eco alrededor.
Iona pudo sentir algo de cansancio y preocupación con un toque de lejanía, se imagino que aquello último se debía a que estaba muy concentrada mirando hacia el bosque.
— Mhm... Las chicas están buscando algunas cosas ee-en la casa de la hermana de Joanne — Explico con dificultad pues aunque la voz de la vampiro sonaba calmada aun así era intimidante y poderosa — Y me han dejado aquí por si pasa cualquier cosa — Camila sonrío tomando un sorbo de su taza y dio la vuelta.
Ojos mieles conectaron con aquellos grises dandole una sonrisa dulce y relajada. Dejo la taza en una mesa cerca y camino hacia la mujer sentada.
— Me harás compañía, me gusta que estemos solo nosotras dos, aveces — Tomo una bocada de aire y se sentó a su lado cruzando sus piernas — Joanne y su hermana peleando cada cinco minutos puede llegar a ser muy estresante — soltó una pequeña risa mientras negaba — ¿Quieres té?, Alessandra hace un té bastante bueno. Es lo que estaba tomando — Señalo la pequeña taza haciendo una mueca — Bueno, eso dicen las demás sobre el té. No puedo darte el mismo veredicto, no tengo idea a como sabe — Una risa amarga salió de su boca.
Iona la miro con algo de tristeza, Camila solo estaba completamente feliz cuando Lauren estaba cerca, es como si toda su aura cambiara por completo. Sus ojos tenían un brillo diferente y en sus labios se mantenía una pequeña sonrisa. Pero había veces, como estas, que estaba sola sin la licántropo cerca, y su aura volvía a cambiar. Se escuchaba cansada, con una melancolía de años en su espalda y perdida en sus pensamientos, la híbrido lo sabia. Se había dado cuenta en como la castaña miraba cuando las chicas gemían de satisfacción al probar alguna comida o bebida, como cerraban los ojos cuando sentían los rayos del sol dar en su piel y calentarles poco a poco, en las pequeñas cosas que muchos seres sobrenaturales, por no decir todos, podían sentir que ella no podía.
Y eso era lo que anhelaba, quería sentir lo que algunos llamarían pequeñas cosas pero que para ella serian grandes, cosas que eran imposibles volver a sentir.
La híbrido volvió a mirarla viendo como tenia su cabeza hacia atrás con sus ojos cerrados y una respiración calmada. Había una pregunta que rondaba en su cabeza desde hace tiempo pero nunca se había atrevido hacerla, tal vez aquel era el momento indicado así que suspiro y hablo.
— ¿Quién te hizo lo que eres? — La híbrido quizo golpease contra una pared cuando vio como la castaña abrió sus ojos y la miro sin entender — Oo-osea, qq-quiero decir. Antes, uhmm.., alguien tuvo que hacerte de la forma que eres, siempre he querido saber quien pp-pero no tienes que decirme — Camila sonrió tomando su mano y dandole un leve apretón.
— No te preocupes, te responderé — La vampiro se acomodo y la miro — ¿Qué quieres saber?.
— Eres como eres porque alguien te hizo así, y esa persona debe ser mucho más fuerte que tú — Camila asintió.