Y así como llego luego de que la bruja calmara un poco el lugar la ojiverde comenzó a caminar a una de las habitaciones sin decirle nada a nadie sintiendo la mirada de todos en su espalda pero dandole muy poca importancia. No dudo en soltar un suspiro de cansancio cuando cerro la puerta tras su espalda y se despojo de aquel abrigo que le había ofrecido la vampiro y camino hacia la ducha de aquella habitación.
Volvió a soltar un suspiro cuando el agua caliente comenzó a caer en su cuerpo llevándose con ella todo el sucio que envolvía la piel pálida de la licántropo. No levanto su cabeza cuando escucho pasos acercarse pero si sonrío cuando la puerta principal fue cerrada para que luego el aroma de Camila envolviera el área de aseo y escuchaba como esta comenzaba a deshacerse de cada pieza que envolvía el cuerpo de la castaña hasta que la sintió entrar a la ducha y sus manos frías acariciar su espalda de abajo hacia arriba hasta llegar a sus hombros y comenzar a darles un suave masaje haciendo que la ojiverde soltara un jadeo de satisfacción.
— Estas tensa — Lauren asintió sin voltear a mirarla — Mhm..¿Por qué? — Entonces trago leve al sentir las manos frías comenzar a recorrer sus costados.
— Nn-no quiero que mates a Natasha — Camila sonrío de lado al sentir la piel erizarse bajo sus dedos cuando sus manos comenzaron acariciar el abdomen de la licántropo.
— No prometo nada cariño pero tratare de no matarle con la mirada si ella deja de tocarte como lo hace. Ahora mírame — Y Lauren obedeció.
Dio la vuelta encontrando frente a ella, perlas mieles mirándola atentamente para regalarle una sonrisa cálida, la pelinegra veía cada movimiento con atención en cámara lenta, como la castaña llevaba sus manos a cada lado de su cara para dejar sus caras a poco centímetros de distancia al igual que sus labios, estos rozándose levemente. Y ambas se miraron, como ambos cuerpos se relajaban al saber que todo estaba bien, que estaban juntas y que ahora nada las separaría.
— Estaba tan asustada, cielo — El frío aliento de Camila pegaba de lleno en los labios de Lauren.
— ¿Por qué? — Susurro la ojiverde apoyando su frente en la mujer de su vida y cerrando los ojos al hacer aquello.
— Pensaba que iba a perderte o que no ibas a ser la misma cuando te encontrara. Estaba volviéndome loca al ver como todo salía mal y a la vez te sentía más lejos. Entonces por eso, debemos prometernos que debemos cuidarnos a ambas, que si nos perdemos nos encontremos, juntas. No dejar que nada ni nadie nos haga daño, ¿Si? — Lauren asintió y despego su frente de la castaña para encontrarla mirándola atentamente.
Y por alguna razón inexplicable el corazón de la pelinegra comenzó a latir de manera rápida al igual que cada parte de su cuerpo comenzó a tensarse y temblar levemente al ver como la morena abría su boca y aquellas palabras salían de sus labios.
— Te quiero Lauren, y esta vez haré las cosas bien — Susurro la vampiro y sonrío leve al ver como la ojiverde abría su boca en forma de sorpresa pero todo su cuerpo se relajaba — Te quiero — Volvió a repetir con una sonrisa pues sabia que no era necesario que la mujer de ojos verdes le respondiera pues sus ojos y en la forma en que respondía su cuerpo a ella y esas palabras le decían todo lo que debía saber.
Y de esa forma fue. Lauren no le contesto con palabras pero si juntando sus labios dandole un beso apasionado pero dulce, salvaje pero a la vez suave, lento pero preciso y sobre todo poniendo en el todo lo que sentía hacia la castaña, aquellos sentimientos que no se los podía decir con palabras.
Camila soltó un gemido bajo al sentir las manos calientes de la licántropo acariciar sus costados y su espalda hasta bajar a su trasero y darle un suave pero seguro apretón aquella parte de su cuerpo. Y fue cuando la castaña pego el cuerpo de la pelinegra a la pared de forma fuerte haciendo caer unos cuando objetos. Lauren agarro con más fuerza el trasero de la mujer de ojos mieles cuando esta envolvió sus piernas alrededor de su cintura.
