[Para esta parte escuchaba Black Skinhead de Kanye West. Pueden hacer lo mismo si así lo deseen pero que sea de ambiente. Hasta que acabe la pelea.]
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— Siento que vas a disfrutar esto — La rubia le sonrío de lado mientras asentía despacio.
Se encontraban en un área amplia del bosque con un grupo de personas alrededor mientras Lauren y Alessandra estaban en el medio una frente a la otra mientras Mikael estaba en medio de ellas.
— Necesito que atiendan a esta pelea, pues Alessandra su fuerza, aunque sea más fuerte, pero bajara un poco la intensidad para que vean lo que puede llegar hacer contra quien se van a enfrentar — Mira a la ojiverde quien se quito aquella chaqueta de cuero y la dejo en el suelo.
Mientras la rubia se quedaba con la suya y miraba a la pelinegra con una sonrisa.
— Al — La rubia lo miro — Llévala suave, ¿Puedes? — Ella se encogió de hombros — Cuando quieran chicas — Se movió.
— Oh cariño, me cobrare aquello que me dijiste y como me hablaste — Lauren sabia que no bromeaba aunque una sonrisa traviesa estaba en su cara.
— Perdóneme flor si la marchite — Dijo con su mano en su pecho y la ángel soltó una carcajada.
Le hizo señas de que fuera hacia ella y la ojiverde comenzó a correr en su dirección y antes de que pudiera hacer un movimiento la mano de su amiga le apretaba fuertemente el cuello y llevo su cuerpo al suelo haciendo que la licántropo soltara un rugido de dolor sintiendo como su columna se quebraba con algunas costillas pero volviendo a su normalidad.
— Si de esta forma piensas hacerle algún rasguño a Camila, te veo fea corazón — Se había agachado, apoyándose en una rodilla mientras no quitaba su mano de su cuello, para decirle aquello.
Y antes de que pudiera reaccionar, la ojiverde había agarrado su muñeca y con un impulso logro quedar encima de la rubia platino mientras aprisionaba sus muñecas por encima de su cabeza.
Ella le dio una sonrisa ladeada pasando la punta de su lengua por su labio superior.
— Me encanta cuando estas arriba — Le guiño un ojo, esto haciendo que la pelinegra sonriera.
Y con la facilidad en que pudo agarrar su cuello pudo quitarla de su cuerpo mandándola lejos viendo como varios arboles se partían por mitad.
Ella se quito su chaqueta de cuero dejando aquella piel perfecta a la vista, todos alrededor miraron al ángel con sus bocas en el suelo y ella saco su alas.
Y salió disparada hacia Lauren, encontrándola apoyada en una rodilla y una de sus manos mientras con la otra se sacaba un pedazo de árbol el cual había atravesado su abdomen. Se podía ver con claridad como la herida cerro hasta quedar a la vista parte de su abdomen formado, como si nunca hubiera tenido un pedazo de rama atravesándole el cuerpo.
— Perdóneme flor si la marchite — Aquella rubia repito las mismas palabras que la pelinegra a ella hace unos momentos.
Se escucho la leve carcajada de la ojiverde pero con su cabeza baja. Sus dientes cayeron y sus uñas se abrieron, dando paso a garras largas, anchas y filosas. Y la miro, Alessandra dejó de sonreír, cuando vio aquellos ojos negros con el iris color plata, mientras ya no estaban aquellos dientes blancos y perfectos sino ocho colmillos, cuatro pequeños y cuatro anchos y grandes.
Soltó un rugido antes de saltar hacia la ojiazul, tumbando y haciendo que sus alas se guardaran.
— Es una de mis camisetas favoritas — Su voz salió grave.
