— Entonces... ¿Por que es que me necesitas a mi, exactamente? — Aquella pelinegra preguntaba mientras se deshacía de algunas hojas que le obstruían el paso.
— Haré algo y necesito de tu fuerza bruta — Contesto la morena.
Eran pasado de medianoche y mientras aquellas dos mujeres se encontraban andando por aquel bosque olvidado del mundo, una se encontraba en el aire viendo el perímetro. Y el rubio junto a la vampiro se encargaban de cuidar la casa donde dormían que estaba lejos de ellas.
— Si lo que necesitas es fuerza bruta, ¿Por que no has traído a Niko? — Hizo una pequeña mueca de asco cuando vio un liquido pegajoso en su mano al topar el tronco de un árbol.
— Por que se perfectamente que Niko no aguantaría transformarse más de una vez y se cansaría bastante rápido, por eso estas tu aquí — Explico.
— Alessandra esta aquí — Apunto al cielo con su dedo pulgar izquierdo.
Joanne puso sus ojos en blanco y decidió ignorarla junto con los sentimientos de arrancarle la cabeza.
Pasaron varios minutos caminando hasta dar con un espacio grande y sin ningún árbol que estorbara, solo tierra muerta. Fue allí cuando Joanne se hinco al suelo y comenzó hacer un grupo de figuras que dejaron a la ojiverde con la cara más confusa del mundo.
— ¿Qué haces? — Susurro.
— Tatro de invocar a alguien, ¿Qué no ves? — Le devolvió el susurro mirando por encima de su hombro y fue cuando la pelinegra la miro con los ojos abiertos.
— Ohh eso es un gran no, Joanne. Mi raza no esta hecha para matar a demonios, no no y no. Te haz equivocado — Negaba con su cabeza sin moverse de su lugar.
— Cállate Lauren, para eso Alessandra esta aquí — Señalo a la mencionada la cual terminaba de aterrizar.
— Todo despejado — Miro a la licántropo de arriba a abajo — Dame tu chaqueta — Lauren rodó los ojos y quitándose la chaqueta de jean oscuro de mala gana mientras murmuraba algunas cosas se la lanzo al ángel.
— ¿Porque mirabas el perimetro?.
— Este lugar es un 'Todo se puede' — Hablo la bruja mientras hacia figuras en el suelo —Aquí vienen todos los hombres lobo y cualquier otro ser sobrenatural y como dije, todo se puede ya que no le pertenece a nadie— Se encogió de hombros y siguió en lo suyo.
Fueron dos horas y treinta minutos después que la castaña se levanto del suelo soltando un suspiro y sonriendo al ver que lo había hecho bien. Pero fueron dos horas y treinta minutos después que los aullidos y lobos en cada lado del lugar, se hicieron cargo de darse a encontrar.
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— ¿Qué es exactamente lo que quiere hacer, señor Grigorov? — Pregunto una voz con acento alemán a travez del teléfono.
— Por fuentes que no necesita saber se que mi esposa esta sola con un novato pero no es a ella que necesito, las otras tres se encuentras en el bosque Brouville (No existe, así que no busquen) solas, se que tiene a muchos en su poder para controlar. Así que nos adelantaremos un poco, esta es su oportunidad de llevarse a la licántropo porque no habrá otra en mucho tiempo — Explico el vampiro.
— Mhm, perfecto — Se escucho unos murmullos y silencio — Se dirigen hacia allá en estos momentos. ¿Qué necesita de las otras dos? — Lorcan sonrío.
— Oh, Ilian de ellas me encargo yo.
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— Oh mierda, oh mierda — Murmuro una castaña al ver tantos lobos alrededor — ¿Vas a poder con esto? — Lauren la fulmino con la mirada.
