Leves ronquidos se escuchaban alrededor de la habitación envuelta en una oscuridad inmensa, aquel cuerpo desparramado en la cama boca abajo con la sabana envuelta en su pierna, como la camiseta estaba algo levantada enseñando su piel algo morena y suave, su cabello rizado y castaño escondía parte de su cara y aquella mujer en la puerta miraba la escena negando leve y con sus brazos cruzados.
Y pensó que había sido suficiente cuando aquel cuerpo dio la vuelta enseñando parte de su perfecto abdomen y como lo rasco levemente para seguir durmiendo. Un gruñido se escucho envolver la habitación cuando aquellas cortinas fueron abiertas.
— ¿Dios?, ¿Eres tu? — Su voz rasposa por haber despertado resonó en el lugar al ver una figura delante de la ventana y el sol en ese mañana no la dejaba ver bien pero bufo al ver quien era.
— Arriba Joanne — Un sonido extraño salió de su garganta mientras trataba de dormir nuevamente alejando su cara de la luz — ¡Joanne! — La chica arranco la sabana de su cuerpo.
— Déjame en paz Iona — Entonces la bruja mitad demonio sollozo cuando la híbrido comenzó abrir las otras ventanas.
— Tienes dos días durmiendo, necesitas aire fresco — Entonces la bruja se levanto de la cama y tomo la sabana caminando al balcón envolvió su cara en la tela dejando un pequeño orificio para respirar y se acostó en el mueble del lugar — No puedo creerlo — Susurro la mujer de ojos grises al ver que había hecho su amiga — Voy a llamar a Camila y sabes que ella esta con Alessandra — Entonces aquello fue lo que hizo que la castaña se levantara de golpe quitando la sabana de su cara.
— Ya estoy despierta — Solo se vio cuando su cuerpo paso por al lado de ella y entro al baño.
Treinta minutos después y muchos berrinches por no salir de casa y querer dormir se encontraban de camino aquel lugar después de casi diez años el cual seguía intacto pues ninguna de ellas habían vuelto. Los cuerpos en el mismo lugar, los escombros en el mismo sitio, tal vez un par más pues con el tiempo seguían cayendo. La sangre seca ya no parecía sangre y sobre todo muchos lugares estaban envueltos por plantas y raíces.
— ¿Por que estamos aquí? — La voz de Joanne resonó en el lugar mirando aquel sitio donde casi pierden a Lauren.
— Necesito algunas cosas — Y Joanne rodó los ojos porque justamente tenia que ser diez años después y en el día que estaba cansada.
Entonces la voz de Iona se escuchaba más lejos al igual que sus pasos pues la vista de Joanne se había quedado perdida en el mismo lugar que Lauren casi muere.
*Diez años atras...*
Ella miraba al piso mientras escuchaba los llantos y sobre todo el grito de la vampiro. Perdida en que hacer, ella no podía morir así y no la dejaría morir de esa forma así que se levanto del suelo y camino hacia la mujer de ojos mieles la cual sujetaba el cuerpo de la ojiverde como si quisiera devolverla.
Tal vez ellos no lo escuchaban pues estaban muy enfocados en que estaba muerta pero Joanne si podía, escuchar aquellos latidos casi inaudibles. No estaba muerta pero si lo estaría si no actuaba rápido.
Entonces cuando trato de despegar el cuerpo de su amiga de la vampiro se escucho un gruñido y como la cara de Camila con lagrimas corriendo y sus ojos cambiados la miraban con enojo por tratar de arrebatársela. Joanne solo pudo mirarla y ella lo entendió todo, aflojando su agarre y dejando que la bruja mitad demonio la llevara con ella.
Busco un lugar decente y recorto el cuerpo desnudo de la ojiverde en el suelo, Camila veía cada movimiento con cautela, como la bruja pego su oído del pecho de la licántropo como quito lo más que pudo la sangre de su herida y como miro hacia ella de forma seria.