Para siempre, de veras

7. Caricias

Estaba caminando por las calles de la Hoja, aún con la chaqueta de Naruto puesta. Era muy cómoda y me quedaba grande, pero olía a él y eso era lo que importaba. Me llegaba por encima de la mitad de los muslos, por lo que cubría mis pantalones cortos, y las mangas cubrían por completo mis manos. Me sentía muy abrigada usando su ropa.

—¡______! —exclama alguien a mi espalda.

No es como si estuviera acostumbrada a su voz, pero todavía la recuerdo lo suficiente.

Me giro nerviosamente y temerosa por lo que me pueda hacer aquella mujer que me llamó con un tono de voz completamente enojado.

—Me traes a otra dimensión y me abandonas en una aldea desconocida. ¡¿Qué clase de amiga eres?! —me reclama Jade.

Sí, la olvidé por completo en cuanto me reencontré con mi padre, justo después del ataque de las bombas en la entrada de la Hoja. Había estado tan concentrada en saludar a todos mis amigos y pasar tiempo con Obito que la olvidé.

—¡Hola, Jade! —sonrío nerviosamente. Siento un fuerte golpe en mi cabeza—. Auch.

—¡Eres una idiota!

—Sí, también te quiero.

Pareciera como si le salieran llamas de sus ojos, por lo que uso a la primera persona que pasa a nuestro lado que es...

—¡Lee! —exclama Jade y se acomoda el cabello con rapidez.

—Hola, Jade. ¡Hola, ______! ¿Cómo les va?

—Jade me quiere matar —murmuro.

—Él está al tanto de nuestro asunto, ______.

—¿Eh?

—Tuve que quedarme en su casa anoche —murmura con un sonrojo en sus mejillas.

—¿Dormiste con Lee? —Suelto al chico que uso como escudo.

—¡No de esa manera!

—¿Q-Qué? —tartamudea Lee, sonrojado—. ¿Por qué clase de hombre me tomas, ______?

—¡No me refería a ti! —exclamo, asustada por la posible confusión que les causé.

—¿Me estás llamando...?

—¡No, Jade!

—Ese es un grave insulto, ______.

—¡Lee, no ayudas!

—Y tú usas una chaqueta de un hombre —murmura la castaña.

—¡Es la chaqueta de Naruto! —exclama Lee.

—¡Ah! —exclamo, estresada por sus malentendidos, y tiro de mi cabello.

—¿Te ocurre algo, ______? —me pregunta Lee.

—¡Hola, chicos! —exclama alguien a nuestro lado. Noto que es Naruto.

—¡Naruto! —exclamo y me lanzo en sus brazos. Luego, me alejo avergonzada—. L-Lo siento...

—¿Él es Naruto? —inquiere Jade.

—¡Su novio, de veras!

—Na-Naruto —murmuro, sonrojada.

—Me perdí de muchas cosas, ¿cierto, ______? —inquiere Jade con picardía.

—¡Te cuento luego! —exclamo y tiro de la mano de Naruto.

—¡Hasta luego! —grita el rubio a mi lado.

Cuando no los tengo a la vista, suelto su mano y suelto un suspiro de alivio.