60. Son como cucarachas

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Habían pasado unos cuantos meses desde que mi alumna dejó la Aldea de la Hoja en busca de aumentar su poder. Lo único que espero es que ella no caiga en las manos del maestro equivocado, tal y como lo hizo Sasuke hace dieciocho años. En aquel momento no era lo suficientemente fuerte como para traerlo de vuelta, pero sé que ahora seré lo suficientemente fuerte como para traer de vuelta a Hanami si es necesario.

—¿Estás lista? —me pregunta Naruto, sacándome de mis pensamientos.

Asiento con la cabeza y me alejo del barandal de la Torre Hokage, que se encuentra en el último piso. El ambiente estaba muy tranquilo, a decir verdad. No había visto aves por el cielo y eso me inquietaba; sin embargo, no le presto atención ya que debo concentrarme en mi nueva misión: rescatar a Shikaku Nara e Inoichi Yamanaka.

Naruto y yo entramos en la habitación de los rescates, donde nos espera Sakura, otro ninja médico, Shikamaru, Ino, Sai y Jiraiya, quien también se ha metido en este asunto. Me coloco lo necesario (máscara y capa) y me concentro en el lugar. Este es el último rescate que haré, pues era de los más sencillos y de las personas con las que no tendría problema con rescatar.

Cuando estoy lista, me transporto en el bosque de la Guerra. En ese momento, veo una gran bola de chakra volar por encima de mí y detengo el tiempo, para después transportarme en el Cuartel General. Una vez dentro, veo las acciones que los del lugar realizaron por última vez. Me acerco a Shikaku Nara y lo toco con el Busshitsu, haciendo que abra los ojos y se gire a verme. Se muestra confundido y alerta, hasta que me quito la máscara.

—¿______ Hatake? ¿Tanto cambiaste en un mes?

Luego, parece darse cuenta de la situación.

—¿Qué sucede?

—No soy la ______ de este tiempo, sino que vengo del futuro. Suena loco, pero descubrí que es posible gracias a mi Seisujikan perfecto.

—¿Cómo puedo confiar en lo que dices?

Le transmito mis recuerdos, los básicos para que entienda todo lo que ha sucedido. Él cierra los ojos durante varios segundos, como si le costara analizar todos los eventos. Después, los abre y traga saliva.

—¿Shikamaru...?

—Él está bien —le aseguro, al no haberle mostrado ninguna imagen de su hijo—. Shikamaru... trabaja para el nuevo Hokage. Ya verá quién es.

Dejo un poco de sustancia en él y camino hacia Inoichi Yamanaka, tocándolo con el Busshitsu. Él también tarda en reaccionar y, cuando lo hace, se sorprende sin ocultarlo.

—¿Por qué nadie se mueve? ¿Qué sucede? ¿Qué haces aquí, ______?

Así como lo hice con Shikaku, le transmito los recuerdos base para que entienda, además de unos cuantos de su hija. Después, les digo a ambos lo que les sucedería si no los saco de allí, así que ambos aceptan y los toco nuevamente para regresar a mi tiempo. En cuanto aparecemos, Sakura y el ninja médico se apresuran a darles una medicina especial para los recién rescatados, para que su cuerpo tenga la edad que debería de tener y que no se dañen.

—¿Papá? —balbucea Ino.

Su padre la mira por primera vez y no tarda en lanzarse en sus brazos. Shikamaru hace lo mismo poco después. Por mi parte, Naruto es quien se acerca a mí.

—Lo has logrado —me dice—. Has terminado con todos los rescates.

Su mano toma la mía y, junto con Sakura, el ninja médico y Jiraiya, salimos para dejar que tengan un agradable encuentro familiar el resto.

—¿Quién diría que llegarías a esto, muchachita? —comenta Jiraiya, posando su mano en mi hombro.

—Todo esto es gracias a los maestros que tuve.

Para siempre, de verasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora