64. ¿Genin o no?

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Narrador omnisciente

Los dos niños Uzumaki caminaban uno al lado del otro. Por una parte, la niña se encontraba saltando de felicidad, pues hacía unos días todos sus compañeros habían aprobado la prueba teórica para pasar la Academia y ese mismo día se decidiría si se convertirían en genin o no. Por otro lado, Minako observaba sin expresión alguna en el rostro a su hermana. No le molestaba que ella fuera feliz, pero sí lo hacía el hecho de que ella, al ser un año menor que él, se graduaría al mismo tiempo y con los mismos compañeros. Incluso ella podría quedar en el mismo equipo que él, y eso no le agradaba.

Finalmente, ambos llegan a la Academia y se reúnen con el resto de sus compañeros hasta que aparece su sensei, Shino, y otros dos a su lado: Anko Mitarashi y Konohamaru Sarutobi.

—Bien, chicos. La prueba para saber si serán o no genin se decidirá de la siguiente manera: tendrán que derrotarnos a nosotros tres y después llegar a nuestro jefe de misión para también derrotarlo.

—¿Y quién es el jefe de misión, que no lo vemos? —pregunta Minako.

—Tal vez deberías observar bien la próxima vez.

Aquella voz conocida para el niño hace que se gire sobre sí mismo y observe a la persona detrás de él: su abuelo, el mismísimo Kakashi Hatake.

—¡¿A-Abuelo?! —exclaman los Uzumaki y las Hatake del lugar.

—¡Eso es injusto: ya lo conocen! —exclama un niño entre sus compañeros.

—No lo es, niño.

—Soy Daichi Usui, Sexto.

—Ninguno de mis nietos me ha visto pelear y no creo que mi hija les haya mostrado sus recuerdos de mis días de gloria.

—Eso se puede malinterpretar —canturrea el Hyuuga, Tenji Hyuuga.

La única Uchiha del lugar rueda los ojos ante el sucio comentario de su compañero y vuelve a concentrarse en el Sexto Hokage.

—Como les dijo su sensei —vuelve a hablar Kakashi, atravesando la multitud de niños—, yo seré el jefe de misión aquí. La tarea es fácil: deben quitarme este cascabel —dice, mostrándoles el objeto plateado que cuelga entre sus dedos—. Como solamente es un cascabel, supongo que tendrán que matar por él si no quieren reprobar... —Y su rostro se ensombrece, asustando a todos, más a sus nietos—..., literalmente.

—¿Quiere que lo matemos? —le pregunta un niño pálido con cabello azul pastel.

—Quiero que me ataquen como si quisieran matarme..., Mitsuki.

Aquel niño había llegado apenas ese ciclo escolar, pero parecía llevarse bien con todos sus compañeros desde el inicio. En total eran doce alumnos en aquella generación: Chouchou Akimichi, Ame y Noeri Hatake, Tenji Hyuuga, Metal Lee, Mitsuki, Shikadai Nara, Sarada Uchiha, Daichi Usui, Minako y Natsumi Uzumaki, e Inojin Yamanaka.

—No conocía a nuestro abuelo así, Ame —le comenta su hermana gemela.

—Véanme como su enemigo, no como el Sexto Hokage, ni como Kakashi Hatake, y menos como su abuelo.

—La prueba comenzará en cuanto demos la señal —avisa su sensei.

—¿Quiere que ataquemos como si quisiéramos matarlos? —inquiere Natsumi, observando fijamente a los adultos.

—Así es, Natsumi...

En cuanto la rubia escucha las palabras de su abuelo, crea un kunai con el Busshitsu, tal como le había enseñado su madre, y se transporta en frente de su abuelo, estirando su mano que sostiene el kunai e intentando intimidar al peligrís. Sin embargo, el adulto parece no reaccionar y es atravesado por el kunai. Tanto Natsumi como sus demás compañeros observan atónitos la escena, hasta que una mano emerge del suelo y toma a la Uzumaki de su ropa, llevándola al suelo. Su abuelo la estrella sin mucha fuerza contra el suelo y le coloca un kunai en el cuello.

Para siempre, de verasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora