Dicen que "El Primer Amor" nunca se olvida. Y hasta cierto punto es cierto. A pesar de como haya sido la relación, los recuerdos quedan.
Si el par se vuelve a encontrar a través de los años, esos recuerdos regresan, despiertan sentimientos que creí...
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"Porque puede ser en Malibu viendo el atardecer o en la oscuridad de la noche mientras las estrellas contamos No importa dónde ni cuándo Lo que quiero es estar a tu lado Juntos contra el mundo Compartiendo cada instante Siendo los protagonistas De nuestra propia historia" - Fragmento de "Mil Años" de Ian Brook -
Desde las vacaciones de Boston hasta ahora, Ian y yo solo compartíamos mensajes y un par de llamadas cada mes. Los dos cada vez estamos más ocupados con la escuela y es de suponer que le demos prioridad a eso.
Intenté hacerme a la idea que si durante este tiempo lográbamos mantener buena comunicación me animaría a tener otro tipo de relación con él, más que amistad, pero la distancia entre Ian y yo no está funcionando del todo.
Más que estar lejos, lo siento alejado. Pensativo, como si estuviera pasando por algo. Ian oculta algo y deseo descubrirlo.
La temporada en la escuela a resultado mucho mejor de lo que yo esperaba. Cada cuanto hablo con Jeff, quien siempre me cuenta emocionado de su estancia en San Francisco. Yo a mi vez le cuento de lo difícil que a sido para mi hacer amigos, excepto por Jacky quien se a portado de la mejor manera conmigo. Pero ahora que inició una relación con Lee, me siento como el mal tercio que he sido siempre, recuerdo mis días con Beth y Liam interrumpiendo sus besos y esas cosas, de la misma manera a llagado a ser con la pareja de asiáticos.
Estoy terminando algunos exámenes para finalizar mi primer año en la universidad y gracias a mi concentración y a la distancia entre mi distracción más grande llamada Ian Brooks estoy teniendo excelentes calificaciones.
Julio es de mis meses favoritos, inicia el verano, los exámenes finales, después vienen las vacaciones y el bronceado perfecto en el patio de mi casa.
Estoy escuchando música con mis auriculares, mientras tomo el sol a la orilla de la piscina, mientras veo el maravilloso paisaje delante de mi. Una tarde en Malibú no la cambio por nada. Suena una canción que permite que mis pensamientos viajen y hasta me imagino a Ian delante de mi. Con una amplia sonrisa pícara y unos lentes de sol que no me permiten detectar lo que ven sus ojos. Pero de pronto la ilusión se vuelve más real cuando Ian se acerca y me toca lentamente los hombros y me zarandea un poco.
— ¡Lana! ¡Lana! ¿Estás bien? —Pregunta asustado.
Así es, no es un espejismo. Ian está aquí. En California a mi lado. No respondo de la impresión y solo asiento varias veces mientras sonrío.
