C U A R E N T A Y C U A T R O
"Estás tan cambiada
Pero tan linda a la vez
Tus ojos dejan ver
que en el interior sigues siendo
La pequeña niña
De la que me enamore"
-
Fragmento de "Mil años" de Ian Brooks
-Entro al salón de eventos del gancho de Malek. Observó cada detalle de este.
Las mesas con manteles color perla y detalles color oro con un centro de mesa de peonias y rosas blancas, unas pequeñas velas adornando. Las copas al rededor acompañadas de platos dorados lucen bastante lujosas.
Todo el lugar está hermoso, y no esperaba menos Beth siempre tuvo buen gusto y no por nada esta estudiando diseño.
Mis ojos siguen observando hasta llegar a Kat y a mis tíos luciendo bastante bien arreglados. Tío Ted con el semblante desencajado al dejar ir a su pollita. Y supongo que aún con el dolor de no tener el apoyo de su hijo mayor. Kyle. Suspiré profundo al recordar el horrible acontecimiento. Mi vista sigue viajando por el salón hasta al dichoso cuerpo conocido. Ni siquiera busque su rostro. Encontré una corbata del mismo tono de mi vestido y supuse que era el. Negué varias veces inconscientemente. Y dirigí mi vista a mi acompañante que estaba recorriendo la silla para que tomara asiento.
En la mesa están mis padres y una Emma bellísima con un vestido azul cielo que resalta sus hermosos ojos, en medio de ellos. Presento a Malek con mi familia, papá lo saluda cordialmente, al igual que el reto de las Mcaleer.
El señor Rooth hizo un viaje de negocios a Los Angeles, pues pretende construir un hotel en la ciudad y pidió a Malek acompañarlo. Llego esta mañana y solo estará unas horas aquí, pues antes de que termine la noche tiene que regresar a donde su padre, para una reunión de negocios.
Kat llega a mi lado, la presento con Malek rápidamente, a sabiendas que su presencia sólo significa una cosa.
Es hora.
Kat, su novio y el innombrable caminan delante de mi hacia el lobby. Todo para la entrada triunfal.
Los sobrinos de Liam entran primero con pétalos de rosas blancos, esparciendo por todas partes. Seguido de ellos Kat y Adam.
Para darnos lugar a Ian y a mi. A si es, dije su nombre. Está a mi lado y ninguno dice nada. Me ofrece su brazo para que me sostenga de él para caminar juntos sin decir una palabra. No puedo negarme. Todo esto es por Beth.
Engancho mi brazo al suyo y la caminata se vuelve extremadamente lenta. Nuestro toque no hace ningún tipo de electricidad dentro de mi. Ni siquiera percibo su olor.
Instintivamente mis ojos buscan los suyos y me encuentro con una verdadera sorpresa. Liam.
Con una enorme sonrisa en su rostro, con su barba un tanto recortada, besa mi mejilla justo antes de entrar y susurra ciertas palabras que mis nervios no logran comprender.
ESTÁS LEYENDO
El día que te conocí
RomanceDicen que "El Primer Amor" nunca se olvida. Y hasta cierto punto es cierto. A pesar de como haya sido la relación, los recuerdos quedan. Si el par se vuelve a encontrar a través de los años, esos recuerdos regresan, despiertan sentimientos que creí...