37 • Un día más en California •

1.5K 77 5
                                    

T R E I N T A Y S I E T E

"Tan mía, tan cerca tan únicaTenerte así, tan deseosa Tan entregada, tan amorosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"Tan mía, tan cerca tan única
Tenerte así, tan deseosa
Tan entregada, tan amorosa

No te quiero perder nunca
Te necesito a mi lado siempre
Tan cerca que te vuelvas viciosa"
-
Fragmento de "Mil Años" de Ian Brooks

Estos días en casa han sido tan perfectos, siendo sincera extrañaba un poco todo este ambiente tan hogareño más que nada, tener a mamá cumpliendo mis antojos llevándome de compras, a Emma cocinando y a papá dándome cariños. Puede parecer que me aprovecho de ellos, pero bien dice el dicho, y es cierto no valoras lo que tienes hasta que está lejos. Ellos me extrañan mucho y yo disfruto de mis vacaciones en casa.

Y ni hablar de Ian. Se a portado como el novio casi perfecto, y digo casi porque bueno, no somos novios.

Hemos visto películas románticas, compartido nuestras bebidas en Starbucks, ah venido a casa a leerme y contarme historias, todo tan hermoso como lo que hacíamos después del día que nos conocimos.

Es mi último día en Cali, asi que insistió en que teníamos que hacer algo inolvidable, ya que no podrá acompañarme a New York, y nos veremos hasta Noviembre y los próximos meses se basarán en video llamadas y mensajes y añadiéndole las tres horas de diferencia creo que harán un tanto difícil la situación, pero Zoe me a enseñado que cuando hay amor todo se puede. Y vaya que estoy enamorada de Ian.

Así que a resumidas cuentas, pasaríamos el exquisito día de verano en Santa Monica solos, juntos, sin necesidad de que alguien nos ande cuidando o este al pendiente de nosotros.

La tarde pasó rápido, repetimos varias veces los viajes en los juegos mecánicos del Pacific Park, caminamos descalzos en la arena, comimos pretzels y bebimos limonada rosa.

Justo cuando estaba ocurriendo el atardecer frente a nosotros, estábamos en nuestra famosa banca. Esa que dijo un día "que si pudiera le mandaba poner nuestros nombres". Tomados de la mano y disfrutando del show de cambio de colores en el cielo.

La escena perfecta, esa que ojalá alguien estuviera grabando para repetirla todas las noches antes de dormir.

Comenzó a refrescar, la brisa marina llego a envolvernos mientras hablábamos de cosas sin sentido, de nuestros planes y lo mucho que nos íbamos a extrañar. Pase mi mano derecha por mi antebrazo izquierdo un par de veces no siendo consciente de eso.

- ¿Tienes frío? -Preguntó de pronto en medio de la conversación.

- Está refrescando un poco, pero no importa -Pero si importaba, tomando en cuenta, que cuando salí de casa hacía demasiado calor lo que provocó que me pusiera ropa súper ligera, como por ejemplo un palazo corto y de tirantes, blanco con rosas rojas por cierto.

Ian ignoro mi respuesta y desabotonó su cardigan color azul y lo puso sobre mis hombros.

Exquisito, sabroso, placentero, delicioso sinónimos del aroma que emanaba el suéter que ahora yo tenía puesto.

El día que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora