Dicen que "El Primer Amor" nunca se olvida. Y hasta cierto punto es cierto. A pesar de como haya sido la relación, los recuerdos quedan.
Si el par se vuelve a encontrar a través de los años, esos recuerdos regresan, despiertan sentimientos que creí...
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"Me informan que estas bien Que a pesar de que tu corazón Le pertenece a alguien más Eres feliz, y para mi resulta suficiente Prometimos separar nuestros caminos Yo estoy buscando enamorarme Pero jamás dejar de pensarte" - Fragmentos "Mil Años" de Ian Brooks
Hace unos días Rahm me llamo, pidiendo que les dijera a todos que fuéramos a Boston, tenía una sorpresa súper romántica para Zoé. Y estoy muy feliz por mi mejor amiga y está decisión que acaban de tomar. Zoé regresa en menos de dos meses a la ciudad y Rahm quería comprometerse antes de eso, porque dentro de poco iniciamos nuestro servicio en el hospital y ella no podrá estar viajando. Piensan casarse ya que Zoé sea titular y para eso faltan algunos años, pero ambos lucen bastante ilusionados. Un viaje de cuatro horas de regreso a New York, con todos en la camioneta de Luke.
Necesito descansar, dormir y no despertar hasta mañana.
Cuando estoy subiendo en el elevador recuerdo algo muy importante. Mi novio.
Max.
¿Dormir o Max?
Decido dejar mis cosas en mi departamento y después visitar a mi novio. Toco tres veces y Chris abre la puerta. No dice nada, solo deja la puerta abierta y a lo lejos escucho que le dice a su hermano "Te buscan".
Me siento fatal cada que entro a esta habitación y mis ojos instintivamente ubican la fotografía y justo detrás ese libro.
"Es que quizás nos volvamos a ver" Se atraviesa esa frase en mis recuerdos y todas las notas que Ian dejo en el libro cuando me lo obsequió. Estoy pensando en releer Buscando a Alaska para encontrar la concordancia de las cosas que sucedieron después. La relación entre las notas y los hechos entre Ian y yo.
— ¡Amor! —Siento sus brazos enrollarme y elevarme— Regresaste.
— Te extrañe —Digo antes de besarlo.
— Solo fueron tres días, pero también te extrañe. —Confiesa— ¿Quieres hacer algo, comprar comida?
— Quiero dormir. —Suelto sin pensarlo.
Max me toma de la mano y me guía hasta su recama, nunca había estado aquí.
— ¡Maaaax! —Digo arrastrando la voz.
— Tranquila mi amor, solo dormiremos —Su voz hace eco en mis oídos, y se reproduce una y otra vez.
Me recuesto en el colchón, Max enciende la radio con música clásica y acaricia mi cabeza hasta que me quedo dormida. Estar entre los brazos de Max es un sueño, después de un día largo y muy cansado no podría estar en un lugar mejor.
Mi teléfono suena y me encuentro desorientada, no se cuanto tiempo a pasado y no se que hora es. No reconozco el teléfono pero si la clave lada, seguro algún miembro de mi familia avisando alguna mala noticia como de costumbre. Cruzo los dedos por que sea papá diciéndome que me extraña y que pronto vendrá a visitarme.
