Capitulo 5.

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Todavía no puedo reaccionar. ¿Peter me mandó a seguir? Pero... ¿Por qué? Él y yo no somos nada. Y cada quién tomó su rumbo. «Por culpa tuya» miro la hora y mejor me voy a dar un baño para alistarme.

Camino hacia mi cuarto. Y entro al baño. Lleno la bañera y le hecho el jabón liquido. Camino hacia el espejo y me hago un moño. Me quedo viendo en el. Y ya mis ojos no tienen ese brillo que tuvo antes. Recuerdo como terminé con Peter y todavía me culpo por el dolor que le cause.

Le pedí hablar en una cafetería y él acepto feliz ni se imagino lo que le iba a decir y hay palabras que me arrepiento habérselas dicho.

Amor, pensé que ya no venias. — Se levantó a darme un beso, pero me alejé. — ¿Pasa algo?

— Sí..... — Me siento y el hace lo mismo. — Peter, yo...., yo quiero terminar.

¿Cómo dice? Lali ¿por qué? ¿Hice algo mal? — Me muerdo mi labio. — Lali.

— No... Peter, pero yo sí.

— ¿Dé qué hablas?

— Peter escucha, yo no me siento bien al estar contigo. Somos de clase diferente y....

— No me vengas con eso de las clases sociales. Porque yo nunca te he hecho de menos.

— Yo sé. Pero soy yo la que no se siente a gusto en esta relación.

— Es por él ¿No? Por Benja.

— Peter.....

— Se sincera. Estábamos bien y... De la noche a la mañana dices que no puedes estar conmigo.

— Peter escucha.

— ¡No! Escúchame tú a mí.  No soy idiota, vi como se miran ustedes dos.... Y... Eso de echarle culpa que no eres de mi mismo nivel es una escusa barata. Porque no te he hecho menos. Así que no me vengas con eso y di que es por él por que quieres terminar. — Lágrimas empieza a caer sin poder evitarlo. — ¡Dilo!

— Sí, es por él. — miento. — Pero..... También porque tu y yo somos de mundo diferentes. Yo no encajo en tu mundo y nunca lo haré.

— ¿Sabes? Ya no sigas y si quieres terminar pues bien Mariana, lo hacemos y espero que seas feliz al lado de él. — Se levanta y paga lo que estaba tomando. — Adiós.

Lágrimas comienzan a salir de nuevo al recordarlo como se fue sin voltear a verme. Sí dije que fue por Benja, pero fue mentira, nunca lo amé. Al terminar con Peter, él se acercó y me apoyó y decidí darnos una oportunidad pero no funciono porque muy dentro de mi supo que sólo Peter tenia mi corazón. Un corazón que se niega amar aunque tenga millones de pretendientes.

Miro mi cintura y veo el tatuaje que me hice y corazón con una flecha y el nombre de Peter. Al haber terminado con Benja fui a tatuar este corazón para recordarme que Peter es el único que ha llegado a mi corazón. Me secó las lágrimas que salen y entro en la bañera y me relajo.

— ¿Cuándo voy a dejar de amarlo y sacarlo de mi corazón? Cada ilusión se rompe porque nunca los llego amar o me desilusionan. Peter fue un amor fallido cómo los demás y tal vez pueda llegar amar a otra persona. — «eso ni tu te lo crees» — Pero voy a creerlo.  

Al estar un rato en la bañera decido salir y destapo para que el agua se vaya. Me pongo la toalla y camino hacia mi cuarto.

Me secó y comienzo a echarme crema por todo mi cuerpo. Al terminar me pongo mi ropa interior, seguido por mi vestido. Me siento en la cama y me pongo los tacones. Camino hacia el espejo y me veo. Tomo mi plancha de pelo. Y comienzo a alisarlo y me hago unas ondas. Me maquillo normal. Vuelvo a verme al espejo y me agrada lo que veo. Debo buscar mi amor y lo voy a conseguir.

Escucho el timbre y veo que todavía falta. Salgo del cuarto y camino y abro y veo un chico al frente mío. Trigueño con ojos café de pelo negro y vestido de forma informal pero bien arreglado. Él me mira de pie a cabeza con una sonrisa.

— ¿Lali? — Asiento. — Soy Carlos. Perdón si llegue antes, pero estaba muy desesperado por verte.

— Ah. No te preocupes, por lo menos me alisté a tiempo. — Río como boba.

— Estás hermosa.

— Muchas gracias. Voy por mi bolso y nos vamos. — Asiente y corro hacia mi cuarto y guardo mis llaves, celular y lo necesario y regreso con él. — lista, vamos.

Salgo y cierro la puerta. Y caminamos hacia la salida y subimos a su carro.

— Hice una reservación en uno de los mejores restaurante y después podemos ir a bailar.

— Me encanta el plan. — digo y miro por la ventana.

—  Juli, no se equivocó de decir que eras hermosa. — Escucho decir y le sonrió tímida. 

— Gracias, pero ella es muy exagerada y tu eres también muy guapo.

No volvemos a decirnos ninguna palabra en todo el camino. Al llegar al restaurante entramos y llevan a nuestra mesa. Y pedimos nuestra orden.

— Lali, ¿Te gusta trabajar con Juli?

— Sí. Estamos complementadas.

— ¿Te gusta lo que haces?

— Claro. ¿Y tú?

— Bueno, yo soy doctor.

— Ya se a la próxima con quien ir cuando me sienta mal. — Bromeo.

— Yo te voy atender con gusto. ¿Y tienes hermanos?

— No. ¿Y tú? — Niega.  — Somos solos. ¿Tus padre?

— Mis padres están de viaje. ¿Y los tuyos? — me pongo triste. — ¿Pasa algo?

— Mi padre murió cuando tenia catorce y mi madre me abandonó al tener veinte.

— Oh, lo lamento no quise... Dios soy un idiota.

— No te preocupes. Ella tomó su decisión de dejarme.

Nos trajeron nuestra orden y comimos y charlamos de nuestra vida. No creí que Carlos me iba caer muy bien. Al terminar él pagó la cuenta. Y me llevó a un antro.

— Espero que no te estés aburriendo.  — me dice al odio.

— No, me estoy divirtiendo.

— ¿Quieres bailar?

— Sí.

Nos levantamos y caminamos hacia la pista, me acerca a él y comenzamos a bailar. Muevo mis caderas y el automáticamente pones sus manos en ella.

— Eres hermosa. — me dice y acerca sus labio a los míos. — muy hermosa. — Agrega y me besa.

Nos besamos de una forma lenta mientras la música sigue sonando. Nos separamos y le sonrió.

— Me lo estoy pasando muy bien contigo Lali.

— Yo ta..... — No termino la frase ya que veo a pocas distancia a Peter que nos mira serio.

«¿Que rayos hace aquí?»

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora