Epilogo.

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— Ezequiel deja tranquila a tu hermana. — grito.

Saber que el tiempo ha pasado tan rápido. Ahora veo a mis hijos. Ezequiel con 15 años y Laura con 12. Estos dos parecen perro y gato y saber que antes era diferente.

— Mamá es Laura que no me deja en paz. Dile que deje de entrar a mi cuarto. — se cruza de brazo molesto.

— Yo no tengo la culpa que cada vez que entro vos estés besando la foto de Samanta.

— ¡No es cierto! ¡Mamá, no te rías. — no puedo evitarlo ya que sé que Laura dice la verdad.

Samanta es la hija de Carlos y Megan es una linda niña que hizo que mi hijo conociera que es enamorarse, aunque me da celos que lo hiciera tan joven. Todavía no me creo que esos dos se hayan enamorado en el día de mi boda, aunque el amor es inesperado y me da gusto por ellos. Carlos es un buen hombre y Megan, aunque al principio no me cayó bien es una gran mujer cuando se conoce bien.

— Lo siento cariño. Ahora dejen de pelear que su padre no tarda de volver de la empresa.

— Mami, ¿papi me va traer los dulces que siempre me trae?

— Es posible mi amor. Ahora ve y ayuda a tu hermano y a Francisca a poner la mesa.

Ella corre y aunque sigue molesto Ezequiel deja que lo ayude. Aunque sé que mas tarde van amarse.

— Hola hermosa familia.

Mis hijos corren al ver a su padre y van abrazarlo. Como siempre Peter trae los dulce que vuelve loca a su princesa y a la vez a su hijo.

— Primero van a comer. Nada de dulce.

Ellos hacen una mueca, pero asiente. Me acerco a mi esposo y dándole un beso lo ayudo con sus cosas.

— ¿Cómo te fue?

— Bien, aunque algunos empleados no se están comportando.

— Lo vas a solucionar.

Lo animo con besos y él va a cambiarse y cuando vuelve; comenzamos a comer. Los chicos le cuenta de todo lo que hicieron hoy y Laura no puede evitar nombrar el beso a la foto que su hermano dio a la imagen de Samanta. Él la mira queriendo matarla, pero sabe que cuando está su padre no puede. 

......

La noche llega y ya en nuestro cuarto. Acostados en la cama y abrazados pienso en lo feliz que soy y no cambiaría nada.

— ¿Que tanto piensas amor?

— Pienso: que no me arrepiento de estar con vos mi amor. Tenemos una hermosa familia y nuestro amor sigue mas vivo que nunca. Soy la mujer mas feliz y todo es gracias a vos. — le doy un beso y vuelvo apoyar mi cabeza en su pecho. — te amo, mi amor.

— Yo también y tampoco cambiaría nada. Agradezco que nuestro amor venciera todo y estar ahora acá acostados juntos y tener a esos dos diablillos en nuestra vida.

Logre salir del laberinto que me tenía atrapada sin ninguna salida. Tuve muchas salidas equivocadas, pero mi verdadero amor me estaba en la salida y no me dejó ir ni yo a él, aunque hubo muchas mentiras de parte de la mujer que me trajo al mundo. El amor triunfó  y Por fin puedo decir que logré salir de mi laberinto de amor.   

Gracias por haber leído esta historia y tener gran paciencia a que publicara. Les doy gracias por cada uno de sus votos, comentarios. Y aunque esta historia termina hoy, otra está esperando por que la comience.  Vuelvo a decirles: mil gracias por haberla leído ❤

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora